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Yulieski Gourriell Cartagena, 18 de julio de 2006
Amigos rebeldes:
Después de abrazarlos les digo que hemos pasado un día de corre corre, a la caza de resultados y estadísticas, pero también de esas pinceladas fértiles que no caben en las maletas noticiosas de las grandes agencias.
Hoy, por ejemplo, al pasar por el terreno de atletismo nos enteramos de un detalle: cuando el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, vino hace unos días a inaugurarlo le dio, para asombro de muchos, una vuelta a la pista. «Este piso es una maravilla», comentó entonces el mandatario al concluir la carrera.
Más allá de anécdotas, el hecho extra competitivo más importante de la jornada fue sin dudas la entrega de las llaves de esta ciudad a José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano; a Christian Jiménez, presidente de INDER; y a José Pérez Novoa, embajador de Cuba en Colombia.
Fue un acto sobrio y sin muchos formalismos, en la alcaldía de Cartagena. Un gesto de las autoridades locales con tres personas que han trabajado profusamente por el deporte como símbolo de consanguinidad entre nuestras naciones.
Pero también es el agradecimiento a un país fundador de estos Juegos que, sin altanerías, domina con más de 1 500 preseas la tabla histórica de estas citas.
Y ya que hablamos de pretérito, quiero enviarles algunos datos curiosos, encontrados en nuestros equipajes de archivo: en los primeros Juegos, celebrados en México en octubre y noviembre de 1926 con unos 270 atletas, solo intervinieron Cuba, Guatemala y el territorio sede. ¡Qué diferencia después de ocho décadas! Hoy el certamen deviene un amasijo tremendo de músculos en tensión, de colores y acentos en el habla.
Por acá el tiempo sigue caluroso pero a veces, de repente, como hoy, un bosque de nubes asoma en el cielo y comienza a llover. Los terrenos abiertos se enlodan y complican un programa que desde antes fue veleidoso.
El otro clima, el humano, se mantiene. «Puro volcán» decimos en una frase.
Nos sorprende como conocen a los atletas, especialmente a Yulieski Gourriell. «Ese tipo es un bárbaro, cuando lo vi en el clásico pensaba que era más alto», nos refiere Selvio Chacón, uno de los tantos cartageneros hechizados con la potencia deportiva cubana. «Lo entrevistaron por Caracol Radio y lo escuché con atención», remata.
Antes de despedirnos les comento que dentro de poco viviremos aquí el día de la independencia nacional colombiana, celebración que recuerda el 20 de julio de 1810, fecha de una sublevación popular en la ciudad de Santa Fe (Santa Fe de Bogotá ahora).
«Es un día oficialmente festivo, hay discursos y actos, pero no genera tanto entusiasmo colectivo», nos dice Cindy, una estudiante de Comunicación Social.
Esas reminiscencias nos harán recordar, de seguro, el 26 de Julio, una de nuestras fechas cumbres y queridas. Ya les contaremos.
Tenemos que seguir escribiendo de otros temas. Les mandamos el abrazo de siempre.
