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RÍO DE JANEIRO.- Como en una película de Hollywood, muchos de los periodistas acreditados a los XV Juegos Panamericanos tuvimos que someternos este viernes a un escrutinio policial al ingresar al centro principal de prensa.
¿Qué sucederá?, nos preguntamos, porque aunque las medidas de seguridad han sido extremas desde que comenzó la cita continental, esta vez parecía que los uniformados buscaban algo en específico.
Mas, en segundos tuvimos la respuesta, cuando descubrimos el origen de la paranoia: con gran despliegue, el influyente diario local O Globo anunciaba que la delegación estadounidense había sido amenazada por unos terroristas.
En concreto, el rotativo explicaba que una llamada anónima puso en alerta a la policía sobre un posible acto vandálico contra la selección femenina de fútbol de Estados Unidos. Les recuerdo que un día antes las norteñas fueron goleadas por las brasileñas 5-0 en el partido por la medalla de oro, ante unos 67788 aficionados que colmaron el legendario estadio Maracaná, la mayor concurrencia para un choque de esas características en Sudamérica.
Como era de esperarse, cundió el pánico y casi 3000 efectivos de la Policía Federal y otros 6000 de la Fuerza Nacional de Seguridad, según datos de O Globo, se movilizaron en alerta máxima. Además, los ómnibus que conducen a los atletas fueron inspeccionados con rayos X a la hora de entrar o salir de la Villa Panamericana, lo cual provocó retrasos en algunos horarios de competencias.
Pero otro aspecto singular fue revelado en el periódico: los deportistas de Estados Unidos que viajaron a esta ciudad, trajeron consigo un manual distribuido por el Comité Olímpico de su país, donde se les prevenía sobre las cosas «terribles» que podían encontrase.
La guerra de las favelas, secuestros, enfermedades contagiosas y todo un rosario de calamidades figuran en la lista. En fin, que por alguna extraña razón, hay quienes siempre andan pensando en la guerra. ¿Por qué será?
