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Los peloteros cubanos tomarán un breve descanso antes de reunirse nuevamente en la noche del 27 próximo, casi en vísperas de su salida hacia el certamen mundial a celebrarse en Taipei de China
La selección cubana de béisbol, que ganó hace unos días el I Torneo del ALBA, regresó la víspera de Venezuela, donde permaneció jugando otros partidos de preparación de cara a la Copa Mundial de Taipei de China.
Los hombres de Rey Vicente Anglada se enfrentaron en choques amistosos con la escuadra de Venezuela, y con la sucursal de las Águilas de Zulia, en el torneo profesional bolivariano, aunque hasta ayer se desconocía el resultado de esos programas.
Lo anterior se supo en una reunión de información a la prensa, en la cual se dio un parte satisfactorio acerca de la evolución que experimenta Yulieski Gourriel, ligeramente lesionado en una de sus piernas. Con el reposo indicado en la nación bolivariana, se evitó que el mal del espirituano pasara a mayores.
Los peloteros cubanos tomarán un breve descanso antes de reunirse nuevamente en la noche del 27 próximo, casi en vísperas de su salida hacia la Copa de Taipei de China.
El Latinoamericano los verá entrenar otra vez, por un lapso de 48 horas, y el día 30 saldrán hacia Taipei, a la cual viajarán 24 hombres, de los 27 que jugaron en Venezuela.
Hay partidos fuera de concurso pactados para la sede de la Copa: el tres ante Australia, el cuatro frente al anfitrión equipo chino, y el cinco con Italia u Holanda como oponente.
Lista la serie nacionalComo el béisbol trabaja a tiempo completo, se anunció que la Serie Nacional 47 arrancará felizmente el 2 de diciembre, con el pleito de los campeones de Santiago de Cuba como anfitriones de Industriales, en el parque Guillermón Moncada.
La clasificatoria de 90 pleitos concluirá el 24 de marzo; los sucesivos play off culminarán del 18 al 26 de abril, con la gran final, y el 3 de febrero se habrá disputado el Juego de las Estrellas.
Miles de pelotas Mizuno 150 serán aporreadas por nuestros toleteros en una temporada que va a transcurrir en menos estadios que antaño —los peloteros deberán jugar sobre terrenos óptimos—, se organizan seminarios de superación, y cada jugador dispondrá de más de un uniforme.
