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En medio del dolor causado por los destrozos de dos potentes huracanes que se ensañaron con nuestra isla, los judocas cubanos que intervinieron en los Juegos Paralímpicos de Beijing arribaron este jueves desde el otro lado del mundo para traernos alegrías y esperanzas.
El campeón Isao Cruz, junto a los medallistas de bronce Víctor Sánchez y Juan Carlos Cortada, enarbolaron la enseña nacional al frente del reducido grupo en su entrada al aeropuerto José Martí, de la capital. María del Pilar González, Anayasi Hernández, Yargaliny Jiménez y Jorge Hierrezuelo, así como los entrenadores Legna Verdecia y Senén Ramos, completaron la comitiva.
«Esta medalla es lo más grande que me pudo suceder, uno compite en otros eventos, pero lo más importante para un atleta es ganar en unos juegos olímpicos.
Ahora quiero seguir adelante, hasta donde me den las fuerzas, para luchar por mi país», afirmó Isao.
«A los que me conocen y siempre confiaron en mí, gracias por el apoyo que siempre me dieron. A todos ellos me debo», sentenció el campeón.
Durante el recibimiento, Daniel Baz Pérez, funcionario del Comité Central del Partido, dio la bienvenida a los atletas en nombre del pueblo y el gobierno cubanos.
En el acto estuvieron presentes además, dirigentes del INDER y varias glorias deportivas.
