El equipo avileño tiene armas para acceder al play off de su región y llegar aún más lejos
Pudiera ser, de una buena vez, el año de Ciego de Ávila. La provincia que logró, de hace unos años a la fecha, organizar un buen equipo de béisbol, se queda en cada intento —y lastimosamente— a la vera del camino.
En esta temporada, la del adiós de numerosos estelares de varios territorios, perdieron al campeón olímpico Danny Miranda. ¿Quién lo sustituye al cuidado de la primera base?
Ahora les cuento. La alineación inicial, cuando Metropolitanos los sorprendió en su casa y fuera de base (ocho carreras por dos), contó con Yordanis Pérez (lf), Mario Vega (2b), Adonis García (3b), Yorelvis Charles (1b), Yoelvis Fiss (cf), Isaac Martínez (rf), Yogey Pérez (bd), Lisdey Díaz (c) y Yorbis Borroto (ss).
Entonces —2 de diciembre— los capitalinos Darwin Beltrán y Yohandry Portal redujeron a la ofensiva avileña, lo que nadie ha podido hacer nuevamente. La tropa de Roger Machado se desquitó ante el visitante, 4-2 y 9-3, en los primeros de nueve éxitos consecutivos.
A continuación, Ciego de Ávila barrió a Matanzas (9-3, 11-1 y 4-1) y a Sancti Spíritus (15-2, 5-4 y 11-1, con dos nocaos incluidos); este viernes iniciaron con buen pie ante Cienfuegos, 5-0.
El joven Alfredo Unzué y el relevista Vladimir García blanquearon a los sureños en el resultado más reciente. Por cierto, bautizados por alguien como «los elefantes», tal vez el mote de los cienfuegueros haga referencia a su paso por una cristalería. Así de penosa es su defensiva hasta el momento.
Volviendo a Ciego, la tanda diaria de Roger Machado ha sufrido retoques. El viernes se ratificaron los encargados del primero al quinto bate, pero Yordanis Pérez se trocó de jardinero en bateador designado; después aparecieron Raúl González (rf), Lisdey Díaz (c, ascendido en su responsabilidad ofensiva), Yorbis Borroto (ss, ibídem), y Ricardo Bordón (lf).
¿Mantendrá Ciego la guardia en alto, en estos días de congreso cederista? Si Santiago mete miedo, el equipo avileño también tiene armas para acceder, al menos, al play off de su región.
