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Hector Marcos Gutiérrez, director técnico del evento, declaró que para esta ocasión se han introducido cambios en cuanto al recorrido del año pasado, aunque hay etapas que no por nuevas son novedosas, y el número de las mismas se mantiene en 13.
Así, la caravana multicolor no efectuará esta vez el acostumbrado circuito a la ciudad de Holguín, sino que la etapa será más corta pues de 126 kilómetros en la edición anterior se reduce a 83. Mientras, Las Tunas sólo verá pasar la Vuelta de largo, pues se retoma el tramo Camagüey-Ciego de Ávila, con una distancia de 206 kilómetros.
Además, los premios de montaña se reducen de cinco a cuatro por irregularidades en la carretera pinareña de La Muralla, aunque esto hará que la penúltima etapa sea mucho más rápida.
En cuanto a los participantes, ya están confirmados equipos de Canadá, Alemania, Venezuela, México e Italia. Y aún sin la lista de corredores en la mano, me atrevo a afirmar que estos equipos darán un toque de «rudeza» al giro, pues sus principales figuras no van a ceder por ninguno de los lideratos.
Todo esto sin olvidar a los cubanos, que han mostrado un excelente trabajo de equipo que funde en perfecta armonía la experiencia de los más curtidos con el ímpetu de los noveles.
Ya la Vuelta está pactada, por ahora sólo nos queda frotarnos las manos y esperar para dar rienda suelta a la serpiente multicolor que cada febrero anuncia la llegada de la primavera con intensos pedalazos.
