19
NUEVA GERONA. — Púgiles de la talla de los olímpicos Yampier Hernández y Yankiel León, cruzaron guantes con sus similares de la Isla de la Juventud. Fue un cartel de lujo, celebrado en esta ciudad como regalo a los pineros tras las afectaciones ocasionadas por los últimos huracanes.
Eduardo Limonta, metodólogo de la Comisión Nacional de Boxeo, reveló a JR que la iniciativa surgió a partir de los daños provocados por los fenómenos naturales en algunas provincias del país. «Hemos repetido la experiencia en varios municipios afectados de Pinar del Río, Guantánamo y Camaguey. Antes de que termine marzo queremos pasar también por Holguín, Ciego de Ávila y las Tunas», explicó.
La escuadran visitante la completaron Yudenis Thaureaux y Roniel Iglesias (64 kg), Iván Oñate (57 kg), Osmay Acosta y Omar Ibáñez (91 kg), Wilson Calvo (69 kg), Daniel Matellón (48 kg) e Idel Torrientes (60 kg). Li-monta aclaró que no viajaron el superpesado Robert Alfonso y Emilio Co-rrea, este último porque aún se recupera de una intervención quirúrgica de su mano derecha.
Por su parte, Pedro Roque Otaño, jefe del Colectivo Técnico Nacional, comentó que a pesar de las dificultades en el orden organizativo para conjugar la docencia y los entrenamientos, el periplo fortalece el espíritu de los atletas. Además, sirve de preparación para los Juegos del Alba, del 15 al 22 de abril en Santiago de Cuba.
Destacó además los aportes del municipio especial a la preselección nacional, que hoy incluye al pinero Wilfredo Duany en los 48 kilogramos. También elogió los avances en la recuperación de las áreas destinadas a la práctica de este deporte, con énfasis en la Academia de Boxeo, donde los olímpicos departieron con los nuevos talentos del patio. «El intercambio sirvió para inyectarles a los muchachos la vitamina que les hacía falta para mejorar la calidad de esta disciplina en la Isla de la Juventud», comentó Roque.
Finalmente, se refirió a la posibilidad de retomar aquí los eventos Playa Girón, por los progresos en materia de la recuperación y porque el pueblo pinero se lo merece. Además, ello impulsaría notablemente el desarrollo del boxeo en el territorio.
No hubo victorias ni derrotas, ganaron el deporte y la afición local, ávida de este tipo de recreación sana.
