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Con serios problemas cardíacos, Basilio Fuentes estuvo trabajando intensamente hasta el día antes de morir. Foto: Juan Moreno Basilio Fuentes Ferrer se fue para siempre este miércoles, tras un tercer infarto que lo venció. Su legado como estadístico del atletismo trascenderá tanto como el amor a la tierra que lo vio nacer.
Fue un cubano de pura cepa y nunca miró de qué lado se vive mejor. Tenía 72 años y dedicó 60 de ellos a hurgar hasta la saciedad en la historia del atletismo durante más de un siglo.
De su autoría, o con su aporte como coautor, suman 22 los libros publicados desde 1992. Otros cuatro volúmenes se hallan en proceso de impresión.
Puedo asegurar que Basilio era de esas personas que no concilian el sueño cuando tienen algo por hacer. Así, con serios problemas cardíacos estuvo trabajando intensamente hasta el día antes de morir. «En la casa todos me pelean, pero a estas alturas de la vida ya no tengo remedio», me confesó hace unos días.
Formaba parte de la Asociación Internacional de Estadísticos de Atletismo, la Asociación de Escritores de Atletismo de Estados Unidos, y la Asociación Internacional de Historiadores Olímpicos.
Licenciado en Economía y Estadístico-Matemático, integró la Confederación Panamericana de Atletismo y la Confederación Norte-Centroamericana y del Caribe. Esta última lo exaltó el pasado año a su Salón de la Fama.
Colaboró con centros docentes y programas didácticos de televisión. Igualmente, ofreció conferencias y brindó su aporte a varias publicaciones, entre ellas Juventud Rebelde.
Lleguen a su viuda, hijos, y demás familiares, nuestras más sentidas condolencias.
