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Continúan debates en III Convención Internacional de Actividad Física y Deportes

El Doctor en Ciencias Rodrigo Álvarez Cambras reveló este miércoles cómo algunas de las medallas olímpicas y mundiales de Cuba fueron alcanzadas por atletas con significativos traumas

Autores:

Julieta García Ríos
Yurisander Guevara

Cual ajiaco criollo, con sabor a conocimiento científico, continuó este miércoles la III Convención Internacional de Actividad Física y Deportes (AFIDE 2009), en el Palacio de Convenciones de La Habana.

«Envejecer con dignidad» es el lema del Programa para la Actividad Física y el envejecimiento de la Universidad de Western Ontario, Canadá, presentado en conferencia especial por su directora, Clara Fitzgerald. Según la catedrática, después de los 25 años se comienza a perder cada 12 meses el uno por ciento de las capacidades motrices, de fuerza y respiratorias. Solo es posible mantenerlas mediante el ejercicio físico.

Mientras, el doctor Paavo Komi, director del Centro de Investigaciones Neuromusculares de la Universidad de Jyvaskyla, Finlandia, expuso los últimos avances en los estudios biomecánicos aplicados al deporte. Asimismo, el doctor Cornelio Águila, de la Universidad de Almería, España, reflexionó sobre el mercantilismo asociado al deporte, en tanto la Doctora en Ciencias Mayra del Toro, de la Facultad de Cultura Física villaclareña, disertó sobre cómo formar valores mediante la actividad física.

En un momento especial, el doctor en Ciencias Rodrigo Álvarez Cambras, director del Complejo Científico Ortopédico Internacional Frank País, reveló cómo algunas de las medallas olímpicas y mundiales de Cuba fueron alcanzadas por atletas con significativos traumas.

Así, se supo el caso del boxeador Teófilo Stevenson, quien ganó el oro en el Mundial de La Habana 1978 con una lesión infiltrada en el pie derecho.

También la jabalinista María Caridad Colón ascendió a lo más alto del podio olímpico en Moscú 1980 con un esguince grave de columna, tras ser infiltrada con lidocaína diez minutos antes de competir. En tanto, Alberto Juantorena fue operado de dos neuromas de Morton, dos meses y medio antes de las Juegos Olímpicos de Montreal 1976.

Álvarez Cambras mencionó además el más espectacular de los casos atendidos: el del voleibolista Maikel Sánchez, quien sufrió una lesión extremadamente grave de columna, y tras un largo proceso de rehabilitación regresó a la vida deportiva.

Los éxitos antes mencionados fueron posibles gracias a la creación del Centro de Servicios de Traumatología Deportiva del hospital Frank País, surgido en 1971 por iniciativa de Fidel.

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