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La pelota volvió a la calle, convirtiéndose en el centro del mundo, como tantas veces en esta isla milagrosa. Autor: Kaloian Santos Cabrera Publicado: 21/09/2017 | 04:55 pm

Un buen sabor nos dejaron los cuartos de final, aun cuando Guantánamo y Sancti Spíritus dieron la nota discordante. La pelota volvió a la calle, convirtiéndose en el centro del mundo, como tantas veces en esta isla milagrosa.

Todavía se comenta la victoria de Industriales sobre los «gallos» espirituanos y la reacción de Santiago frente a Villa Clara. Sin dudas, leones y avispas honraron lo que son: equipos grandes. También Villa Clara, que en definitiva ganó su serie y apunta hacia la corona.

Pero aún vemos irregularidades en el manejo del pitcheo, demasiadas protestas y equivocaciones arbitrales, así como una epidemia de sacrificios en toque de bola. Todo ello atenta contra la buena salud de nuestro béisbol y debemos combatirlo.

El domingo, Eduardo Martín le ordenó sacrificarse a Pestano en el quinto inning, con ventaja de 5-2 y corredores en primera y segunda bases, sin outs, después de tres hits consecutivos. Fue una jugada tan conservadora como la de Gourriel, muy criticada también por todo el mundo.

Recordemos aquella decisión controversial del manager espirituano: sacrificar al segundo bate Yunier Mendoza, con dos compañeros en circulación por sendos cañonazos, cuando su equipo estaba debajo 5-2 en el séptimo episodio.

Sin embargo, me arriesgo a justificarlo, si tenemos en cuenta que puso a batear a sus mejores hombres, Yulieski y Cepeda, ambos con poder y calidad suficientes para empatarle el juego a un pitcher inexperto.

Así no había doble play. Además, si fallaba Yulieski, los rivales podían optar por transferir a Cepeda y lanzarle a Eriel Sánchez con las bases llenas. Todas estas son atenuantes para Gourriel, a quien sí debemos criticarle sus modales, porque sabemos casi desde la cuna que lo cortés no quita lo valiente.

Tras la huella

Seguramente todos recordamos una curiosa jugada que se produjo en el primer juego del play off entre Cienfuegos y La Habana, cuando Orlando Lavandera hizo «pisa y corre» desde segunda base hasta home.

Se trata de algo muy poco frecuente, que al menos yo no había visto nunca. Pero el colega Osvaldo Rojas Garay descubrió entre sus apuntes un antecedente.

Ocurrió por primera vez el 16 de marzo de 1983, durante un partido entre Las Villas y Pinar del Río, realizado en el estadio Sandino, en ocasión de la IX Serie Selectiva.

Esa noche, con Pedro José «Cheíto» Rodríguez en tercera base y Sixto Hernández en la intermedia, el receptor villaclareño Albertico Martínez disparó un largo batazo al jardín central que fue atrapado por Luis Crespo.

Con la conexión anotaron ambos corredores, pues Sixto dobló por tercera y sorprendió a todo el mundo. Por lo tanto, Albertico impulsó dos carreras ¡con un fly de sacrificio!

Aquel juego concluyó con victoria pinareña de 10-9. Raúl González se acreditó el triunfo y Mario Véliz cargó con el revés.

Llegan piratas de campeche

Después de la visita de las Águilas de Veracruz, otro equipo mexicano llegó este lunes a nuestro país. Se trata de los Piratas de Campeche.

Según el colega Julio Gómez Lluciá, el conjunto trae a varios veteranos de Grandes Ligas y a dos entrenadores cubanos en el área del pitcheo: Pedrito Pérez y Gaspar «Curro» Pérez.

Juventud Rebelde ofrece el calendario oficial de las semifinales de la XLIX Serie Nacional de Béisbol, previstas a iniciarse el próximo miércoles.