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Antes del Mundial, la FIFA aplazó la utilización de cinco árbitros en los partidos, y ni siquiera mencionó otras alternativas para definir jugadas polémicas, como el uso de un balón equipado con sensores.
Sin embargo, la cita sudafricana no estará ajena a los adelantos científicos, presentes aun antes del primer pitazo.
Así, la federación chilena echó mano a un novedoso tratamiento médico para poder contar con los servicios de Humberto Suazo. El goleador sufrió un desgarro muscular en su pierna izquierda, y la FIFA dio luz verde a la cura con la utilización de la sangre centrifugada del propio jugador, un procedimiento considerado como dopaje si se realiza sin consentimiento.
También gracias a la ciencia estará el holandés Arjen Robben en la cita universal. Los médicos confirmaron que su lesión no es tan grave, y aunque normalmente necesitaría de cuatro a seis semanas de recuperación, se someterá a tratamientos que pueden reducir esos tiempos.
Otro rescatado por la medicina más moderna será el marfileño Didier Drogba, a quien se le colocó una prótesis de silicona durante la operación que solucionó la fractura en uno de sus codos, sufrida en un reciente partido de preparación ante Japón.
Más adelantos tecnológicos se verán en las canchas, pues el Mundial sudafricano será pionero en la utilización de una superficie que cuenta con más de 20 millones de hilos de fibra sintética tejidos entre y debajo del césped.
Aunque predomina lo natural, los hilos artificiales irán enterrados 20 centímetros en la superficie y tejidos con las raíces del césped real, y así darán al terreno más fortaleza para aguantar las deslizadas de los jugadores.
El estreno de esta novedad, que ya cubre varios estadios europeos, será el 16 de junio cuando Argelia enfrente a Eslovenia en la ciudad de Polowakne.
Mientras, en los banquillos también estará sentada la ciencia, y prueba de ello es el vínculo entre el alto mando de la selección teutona y un grupo de estudiantes de la Universidad Alemana del Deporte, ubicada en la ciudad de Colonia.
Este será el tercer Mundial para el team universitario, autores del modelaje computarizado cuyos resultados ayudaron al portero Jens Lehmann a salir airoso en la definición por penales frente a Argentina en la versión de Alemania 2006. Y es que para ganar un Mundial, vale todo.
