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Porfía por la triple corona de bateo

Solo dos extraclase como Orestes Kindelán y Omar Linares ganaron una vez la triple corona de bateo (average, jonrones y carreras impulsadas). En la presente campaña  beisbolera, el cienfueguero José Dariel Abreu acaricia el lauro

Autor:

Juventud Rebelde

Pasan los días y continúa la gran batalla por el liderazgo de los jonrones en la presente campaña beisbolera. Incluso, el cienfueguero José Dariel Abreu, uno de los principales implicados, acaricia la llamada triple corona de bateo.

Claro, es demasiado temprano y mantener ese paso le resultará bastante difícil al cañonero de Cruces. De hecho, no es ocioso recordar que solo dos extraclases como Orestes Kindelán y Omar Linares se llevaron una vez la triple corona de bateo (average, jonrones y carreras impulsadas).

Kindelán lo hizo en la temporada de 1988-1989, cuando promedió 402, pegó 24 jonrones e impulsó a 58 compañeros. Además, en esa serie fue puntero en carreras anotadas (57) y bases por bolas (49).

Todo ello sucedió en la zona oriental, pues en Occidente hubo otros líderes. De todas formas, si fue aquí o allá no disminuye la hazaña.

Por su parte, Linares encabezó esos mismos cinco departamentos en la Selectiva de 1992. Veamos: 398 de average, 23 jonrones, 58 impulsadas, 65 anotadas y 56 boletos recibidos.

Desde entonces se trancó el dominó y más nadie lo ha logrado. Veremos hasta dónde puede llegar José Dariel este año.

De momento, el cienfueguero va al frente en average (446), impulsadas (45) y jonrones (15). En este último aspecto anda empatado con el granmense Yoenis Céspedes y el tunero Joan Carlos Pedroso.

Según el archivo de nuestro estadístico Benigno Daquinta, la historia solo recoge a dos cienfuegueros que han sido punteros en jonrones e impulsadas anteriormente. Todo el mundo se imagina quiénes son: Antonio Muñoz y Pedro José «Cheíto» Rodríguez.

El Gigante del Escambray se empinó con Azucareros en las series de 1973-1974 y 1975-1976. Entonces mandó 19 y 13 pelotas para la calle, respectivamente.

Además, Muñoz lideró a los jonroneros seis veces en series Selectivas, siempre con la camiseta de Las Villas. En 1979 disparó 25 estacazos de cuatro esquinas.

Mientras, lo de Cheíto comenzó también con el equipo Azucareros, en la campaña de 1976-1977. Entonces pegó nueve jonrones, pero fueron suficientes y terminó en punta.

Después repitió en las tres temporadas siguientes, pero ya con el traje de Cienfuegos. En 1979-1980 compartió el liderazgo con Casanova (ambos pegaron 18 jonrones).

En Selectivas, Cheíto fue líder dos veces (1977 y 1978). Así compartió con Muñoz el protagonismo en Las Villas.

Ahora bien, Muñoz fue puntero en carreras impulsadas en seis ocasiones, entre series nacionales y selectivas. Por su parte, Cheíto lo hizo siete veces.

En cambio, ningún cienfueguero ha sido líder de los bateadores en series nacionales, así que Pito Abreu puede marcar una pauta. La historia de las Selectivas es diferente y el sureño Sixto Hernández se empinó con Las Villas en 1979 (368 de average).

Lo mismo hizo Héctor Olivera (padre) en 1980, con aquel promedio de 459 que fue récord absoluto durante muchos años. Pero en la temporada 2003-2004, Osmani Urrutia se mandó hasta 469.

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