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Víctor Moya, medallista de plata en Helsinki 2005, tendrá que colgarse alas si pretende llegar a la final. Autor: IAAF Publicado: 21/09/2017 | 05:12 pm
No vaya a abandonar la lectura pensando que garabateo un artículo machista donde el llamado «sexo fuerte» cobrará protagonismo sin ton ni son. Como bien leyó en el titular, la cuestión que nos asalta hoy es de hombres, sí, pues ya concluimos con el análisis de las damas del deporte rey en esta saga de trabajos dedicada a analizar el estado de las principales figuras que participarán en el inminente Mundial de atletismo.
Fuimos caballerosos. Entonces es justo pasar a mostrar, uno por uno, a los muchachos con más posibilidades en la justa con sede en Daegu, Corea del Sur. Comenzaremos con los exponentes del campo atlético, específicamente por el área de saltos, de acuerdo con las aspiraciones que tiene Cuba en estas modalidades.
Cojamos un impulsito para dar tres buenos pasos antes de «arenizar» en el tanque de saltos. Aquí nuestra principal figura es el santiaguero Alexis Copello, aunque también nos representarán Arnie David Girat y Yoandri Betanzos. Copello fue tercero (17,36 metros) en la pasada lid mundialista, disputada en Berlín.
En esa ocasión el resorte británico, Phillips Idowu, se colgó la presea de oro (17,73), mientras el portugués Nelson Évora, campeón olímpico en Beijing, negociaba la plata (17,55). Sin embargo, mucho ha llovido sobre la arena desde entonces y un nuevo hombre, con helio en las venas, flota por encima de todos.
Me refiero al francés Teddy Tamgho, líder del top ten de 2011, merced a un superbrinco de 17,91 metros. El galo, si bien se avistaba favorito, no estará en la urbe coreana debido a una lesión. Lamentable, pero… Ahora las posibilidades se multiplican para Copello, pues ancla tercero en el ranking (17,68), aventajado ligeramente por el ucraniano Sheryf El-Sheryf (17,72).
Girat es undécimo (17,29) y Betanzos duodécimo (17,23), así que pudiéramos tener a tres cubanos en la final.
En el salto largo manda Mitchell Watt (8,54 metros). El australiano, bronce en la cita germana, posee las cuatro mejores marcas de esta temporada. El atleta de Zimbabwe, Ngonidzashe Makusha, va segundo (8,40) y el tercero es el fenómeno panameño, Irving Saladino (8,40).
El centroamericano, de 28 abriles, se proclamó campeón en la Olimpiada de Beijing 2008, y un año antes, en el Mundial de Osaka, también subió al trono.
A la hora de elevarse, los chicos de la escuela rusa sí saben qué hacer, pues aunque el estadounidense Jesse Williams comanda el escalafón del salto alto (2,37 metros), dos del gigante europeo le estorban el vuelo. Aleksey Dmitrik y Aleksandr Shustov ostentan un centímetro menos que el norteño. En tanto, su compatriota Yaroslav Rybakov, bronce bajo los cinco aros en China, oro en suelo teutón y plata en los tres anteriores mundiales, no podrá defender su título en Corea debido a una lesión.
También defenderá la bandera rusa Iván Sergeyevich Ukhov, ganador en la pasada cita universal bajo techo. Viendo el panorama, nuestro campeón nacional y medallista de plata en el Mundial de Helsinki 2005, Víctor Moya, tendrá que colgarse alas si pretende llegar a la final. Será difícil su inclusión en la lucha por las preseas, pues 21 hombres saltan más de 2,30 este año y él solo ha llegado a 2,28, resultado que le asegura el puesto 40.
Pértiga en mano descuella el francés Renaud Lavillenie, único hombre capaz de sobrepasar el listón sobre los 5,90 metros en lo que va de temporada, y dueño de cuatro de las mejores firmas del listado anual. Su principal rival, amén de no haber pasado los 5,60 en este 2011, será el australiano Steven Hooker.
El de la isla continente posee un currículum de susto: oro en la urbe bávara hace dos años y en la pasada olimpiada. Nada, que nuestro recordista nacional, Lázaro Borges, sexto en el escalafón de la IAAF (5,75), tendrá una prueba bien dura, pero aún así, debe pasar a la final.
