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El recordista panamericano de los cien metros, Leandro Peñalver (segundo, de izquierda a derecha), como parte de la cuarteta cubana de 4x400 que alcanzó la medalla de plata en los Juegos de Indianápolis, en 1987. Ese año, consiguieron también el bronce en el Campeonato Mundial de Roma, Italia. Los restantes son Lázaro Martínez, Roberto Hernández y Agustín Pavo (de izquierda a derecha). Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
La metáfora es bien ilustrativa y hasta graciosa. ¿Imaginan a uno de estos paquidermos en cualquier establecimiento donde se fabrican o venden objetos de cristal? Los estragos serían considerables y tan solo elucubrar el andar del mayor de los animales terrestres entre adornos y alhajas finas, apretado y sin espacio en su vaivén, deviene fantasía «garciamarquiana».
Pero hoy no les traigo una fábula ni un cuento de camino. Resulta que exactamente así, rompiendo a su antojo, con el mejor average de plusmarcas destrozadas, anda Cuba en la lista de récords panamericanos en el atletismo. El deporte rey comprende 47 disciplinas en los certámenes de élite: entiéndase Juegos Olímpicos, mundiales, citas regionales así como ligas de prestigio; y 15 de estas pruebas (nueve femeninas y seis masculinas) en la justa más importante del continente nombrado por Vespucio, poseen actualmente la firma de la Mayor de las Antillas.
En este notorio apartado, Estados Unidos ancla segundo, con 13 cuños, seguido por Brasil (6), México (5) y Jamaica (5).
Pero, ¿quiénes son nuestros plusmarquistas y cuándo lograron las proezas?
El registro más añejo en la lista llegó desde las piernas del velocista Leandro Peñalver. No se asombren, sí, el hectómetro nos reservó una de nuestras primeras cotas de estas lides en una época donde todavía la modalidad más trepidante del atletismo contaba con exponentes de lujo en el mayor archipiélago caribeño, hoy abandonado por la gracia de «volar bajito».
Aquello acaeció el 24 de agosto de 1983, en Caracas, Venezuela, y los dígitos que aún permanecen intactos en Panamericanos (10:06) son harto respetables para la fecha. ¿Cuántos de nuestros atletas pueden lograr hoy dicha marca, en tiempos en los que bajar de 10:00 se antoja usual para muchos en el orbe?
Un día después, el discóbolo Luis Mariano Delís tiraba 67,32 metros y certificaba otro récord. Además, esa misma cita morocha vio cómo María Elena Sarría cargaba el cañón y disparaba una bala dorada hasta los 19,34 metros, faltando tres días para finalizar agosto.
También en el lanzamiento del disco, Maritza Martén aportó lo suyo con 65,58 metros, el 10 de agosto de 1987, en Indianápolis, Estados Unidos.
La única cubana que posee dos topes absolutos en la cita más encumbrada de este lado del Atlántico es Ana Fidelia Quirot. La llamada Tormenta del Caribe es dueña de lo mejor hecho en la vuelta y doble recorrido al óvalo (49:61 segundos y 1:58.71 minutos), ambas marcas logradas en La Habana 1991.
Por su parte, el Príncipe de las Alturas, Javier Sotomayor, pasó la varilla en 1995 a 2,40 metros del suelo argentino, en la ciudad de Mar del Plata.
Julio fue el mes más dadivoso para Cuba cuatro años después, en Winnipeg, Canadá. El día 25, la jabalinista Osleidys Menéndez llevó el dardo hasta los 65,85 metros. Solo 72 horas pasarían para que Magalys García lograse 6 290 puntos, ganase el heptatlón y siguiera la racha de récords bajo nuestra rúbrica.
Ese día, la vallista larga Daimy Pernía entraba a la historia merced a 53:44 segundos de oro. El 30 del mismo mes, Anier García, desandando 110 metros con vallas, negoció 13:17 segundos que aún aparecen como lo mejor de la disciplina en competencias de este tipo.
En 2003, Santo Domingo, capital de la República Dominicana, acogió de muy buena gana al jabalinista Emeterio González, quien con un disparo de 81,72 metros también contribuyó a la causa criolla.
Finalmente, a carcajada limpia descolló la delegación cubana en Río de Janeiro, pues fueron tres las cotas logradas. La primera en entrar al festín fue la martillista Yipsi Moreno, autora de un soberbio disparo de 75,20 metros, el 23 de julio de 2007.
A tres pasos de la plastilina en el tanque de saltos brilló Yargelis Savigne, gracias a 14,80 metros el día 27. Minutos más tarde, Yeimer López corría los 800 metros lisos en 1:44.58 y agregaba el registro que cierra el pergamino de récords cubanos en Panamericanos. ¿Será Guadalajara testigo de otra plusmarca con nuestro sello?
