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La inclusión del inicialista pinero Luis Felipe Rivera es una de las grandes sorpresas de la recién anunciada nómina. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm

Comienzo con una aclaración, que pudiera —si fuese posible— apaciguar los ánimos de muchos. Lo anunciado este miércoles es el equipo preliminar cubano para el III Clásico Mundial de béisbol, y pudiera variar con respecto al que oficialmente se inscribirá el próximo 20 de febrero.

Hecha la salvedad, y para ser objetivo, también hay que decir que esos posibles cambios no deben ser muchos. Dicho en las palabras del dinámico estratega Víctor Mesa, «es el mejor equipo que podemos hacer en este momento». Tal vez si no fuese obligatoria la entrega de este listado, la historia fuera un poco diferente. Pero no mucho…

No me vi la cara de asombro, pero no era necesario un espejo cuando podía mirar los rostros de mis colegas mientras Higinio Vélez, director nacional del béisbol cubano, leía los nombres de los elegidos. Se anticipaban novedades, pero tal vez no tan «revolucionarias» como la adición de 11 jugadores que no participaron en la gira asiática.

«Lo que estamos anunciando aquí es un equipo de pelota, en que cada uno tendrá funciones específicas. No una selección de estrellas», dijo en algún momento Víctor, antes de esclarecer algunas dudas de los presentes en el Salón Adolfo Luque, del estadio Latinoamericano.

Desde estas mismas páginas he llamado a depositar una total confianza en la sabiduría e inteligencia del ex jugador villaclareño y sus colaboradores, y no dejaré de hacerlo. Sin embargo, tengo que reconocer que, además de valiente, me resulta algo inesperada la propuesta.

De ella se desprende la total confianza en las aptitudes de La Rosa y Frank Camilo para cubrir la receptoría, pues según sus palabras, la disyuntiva estuvo entre Pestano y Eriel. De igual forma, tuvo palabras de elogio para el desempeño del inicialista pinero Luis Felipe Rivera —sin dudas el menos esperado de la lista—, «pues tengo seguridad de que puede cumplir un rol importante dentro del equipo», sentenció (recordemos que no es de los más jóvenes).

El caso de Rivera es una prueba de que la edad no pesa en la filosofía de Víctor. En el otro extremo está la convocatoria del también «ultramarino» camarero Andy Ibáñez, de apenas 19 años de edad, pero con un notable desempeño en la presente campaña. «Siempre hay una primera vez, y no hay que temer a eso. Creo que todos los nuevos están aptos para hacerlo muy bien, y esperamos que así suceda», añadió en referencia a aquellos que se estrenan en estas lides.

Tampoco el rendimiento fue motivo estrictamente concluyente, pues mientras lo hecho recientemente apuntala las candidaturas de los lanzadores pineros Wilber Pérez y Raciel Iglesias, los números no invalidaron la del jardinero avileño Rusney Castillo, quien «está pasando por un mal momento, pero sin dudas, es el jardinero más integral que ha tenido el béisbol cubano durante las últimas temporadas, y eso lo valoramos».

Y así, con los argumentos que le brindan sus experiencias sobre el diamante y dentro del banco, fue respondiendo Víctor una por una las interrogantes de la prensa especializada sobre determinadas ausencias y resurrecciones.

Al jardinero capitalino Yasmani Tomás lo consideró «uno de los prospectos más notables de la pelota cubana, y al que sigo desde hace mucho, pero ahora no es el ideal por algunas deficiencias que aún presenta».

Llama la atención que el área de pitcheo, tal vez la más notable durante el tránsito por Taipei de China y Japón, haya sido la más movida. Sobre la ausencia de Pablo Millán se consideró que, a pesar de cierta mejoría, «aún no está a la altura de la pasada campaña y le falta recuperar velocidad», mientras que los artemiseños Yadier Pedroso y Miguel Lahera «no han demostrado estar en óptimas condiciones para ser incluidos».

Asimismo, los regresos del agramontino Vicyohandri Odelín y el santiaguero Danny Betancourt, se deben a que «será muy importante para este torneo contar con lanzadores de experiencia como ellos, que puedan encarar situaciones difíciles», mientras que a Yulieski González «lo hemos seguido muy de cerca y está listo para encarar el reto. Además, es zurdo, y muchos de los mejores bateadores que enfrentaremos son de esa mano».

También levantó interrogantes la inclusión de un solo tercera base natural, «pero es imposible repetir si son seis jugadores para cubrir cuatro posiciones. En este caso, nos inclinamos por respaldar la segunda y la primera base».

Sin dudas, el anuncio no dejó indiferente a ninguno de los miles de seguidores del béisbol cubano, y lloverán críticas y apoyos a las decisiones tomadas. «Es la selección más difícil en la que me ha tocado opinar», reconoció Jorge Fuentes, de vasta experiencia como manager y quien ha fungido como jefe técnico de la preparación.

Pero como sentenciara el propio Víctor, «con esto no se acaba la pelota», en clara referencia a las dos semanas que restan para que termine la primera fase de la presente Serie Nacional, y el mes que falta para que el equipo viaje rumbo a Japón para iniciar su andar por el fuerte torneo.

Los llamados a filas se concentrarán a partir del 4 de febrero, y a ellos se unirá un grupo de jugadores de reserva —no se manejaron nombres ni cifras— que tienen posibilidades de incluirse en la nómina definitiva, a entregar a los organizadores 16 días después. Solo queda ahora confiar, y esperar por la última palabra.

Resultados del miércoles