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Cuba noquea a Curazao y clasifica a la final

Una ofensiva de 16 inatrapables, incluidos cinco dobles, propiciaron cuatro anotaciones de los cubanos en el tercer capítulo, dos en el cuarto, otras tantas en el sexto y tres en el octavo para decretar el fuera de combate a sus rivales

Autor:

Raiko Martín

El equipo cubano estará en la final de la presente edición del Torneo de Rótterdam. A palo limpio se abrió camino hasta el último duelo del certamen, pues no quiso confiar su suerte a los números. Y en ocho entradas despedazó este sábado al hasta ahora incómodo equipo de Curazao, para así citarse con el anfitrión elenco holandés, el otro candidato al trono.

El tropiezo del viernes ante la representación de Taipéi de China había acortado las opciones de los dirigidos por Yovani Aragón. Consciente de la situación, el mánager espirituano echó mano al diestro Ismel Jiménez, quien ya había puesto a los caribeños a comer de su mano en el primer enfrentamiento de la justa.

El muchachón de Trinidad lanzó cuatro impecables capítulos. Permitió el primer imparable rival a la altura del quinto, y cuando cedió el box al sureño Duniel Ibarra para cerrar la faena, solo había soportado uno más. También repartió ocho ponches durante el recorrido hacia su segundo éxito.

Todo lo contrario sucedió con su oponente, Ruderly Manuel, quien asimiló cuatro anotaciones antes de irse a las duchas en la parte baja del tercer episodio. La producción comenzó de manera conservadora, visto el sacrificio de Guillermo Heredia después del doblete de Arruebarruena abriendo inning. Pero los imparables de Andy Ibáñez —ahora como designado— y Yadiel Hernández, más otro doble de Yulieski Gourriel, se combinaron con un passedball y un pelotazo para redondear el decisivo ramillete.

La fiesta no terminó ahí, pues los bateadores cubanos subieron a la pizarra dos anotaciones en el cuarto inning, otras dos en el sexto, y un racimo de tres en el octavo que terminaron siendo suficientes para decretar el KO a los curazoleños.

En total, el equipo cubano desató una artillería de hits, encabezada por el pinero Ibáñez con tres en cinco oportunidades, válidos para propulsar tres carreras y anotar otras dos.

También sobresalieron madero en ristre el paracortos Arruebarruena con par de dobles y tres compañeros impulsados, y el jardinero matancero Guillermo Heredia, con tres incogibles en cuatro presencias en el cajón de bateo.

A segunda hora, holandeses y taipeianos deshicieron el abrazo que les mantenía unidos en la tabla de posiciones con un tenso pulso que favoreció a los anfitriones con marcador de 3-0.

El alto mando de los «anaranjados» le dio la responsabilidad a Diegomar Markwell, y este cumplió dominando a la batería asiática a tal punto que solo le faltó sacar un out para completar la ruta. Pero un boleto y un doblete obligaron el rescate de Cornelisse, quien consiguió el último out por la vía de los strikes.

De tal forma, el duelo está planteado. En la etapa preliminar ambos equipos dividieron honores, con una lechada para cada bando. La anfitriona fue tejida principalmente por el experimentado Rob Cordemans, y la cubana tuvo el peso de los envíos del zurdo Wilber Pérez. ¿Se repetirán los «platos» en el último banquete?

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