Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Oro al estilo

Las 87 atletas que participan en la competencia de gimnasia rítmica deben mostrar en menos de dos minutos las habilidades y destrezas que tardaron meses y hasta años en adquirir

Autor:

Norland Rosendo

Tiene de ballet y de acrobacia. Integra arte y deporte. Definitivamente, es un espectáculo. La competencia de gimnasia rítmica es una de las más bellas competencias de los Juegos Escolares Nacionales.

Tan diminutas, estilizadas, erguidas en punta de pie, como quien acaricia suavemente la alfombra, salen las atletas a exhibir en menos de dos minutos habilidades y destrezas que tardaron meses y hasta años en adquirir.

Al compás de la música —cada vez más cubana: mambo, chachachá— le cortan por momentos la respiración al público, que ve la pelota o las cintas por los aires y a las niñas hacer piruetas. Hasta que, la mayoría de las veces, coinciden en un movimiento, y desde las gradas los aplausos y los chiflidos reconocen el virtuosismo y la sincronización.

Otras veces se contornean, sus cuerpos toman la forma de un arco. Danzan. Bailan. Las pelotas les corren por las pequeñas espaldas, como un arroyo cuesta abajo. O las cintas multicolores de ¡cuatro metros! —infinitas para su tamaño— se agitan en torno suyo, tan rápido, que parecen mecidas por los abanicos que mitigan el calor veraniego en el público.

Parece sencillo, pero no lo es. Coordinan tantos ejercicios, de diferentes complejidades. Van a la par del ritmo musical. Conservan la concentración, a pesar de las imprecisiones cometidas con frecuencia. La suerte no siempre las acompaña. En segundos ocurre un desliz. Y ellas han de lucir imperturbables, con la sonrisa de niña feliz.

Es, sin dudas, un deporte mágico. Lástima que haya tantos espacios vacíos en las gradas de la Escuela Nacional de Gimnasia. Pero los que han ido se han deleitado con Aleané Hernández (CMG), Danay Utria (HOL), Elienabel Báez (GRA), Neliet Miranda (HAB), Tatiana Rodríguez (LTU), Mari Blue Boileau (CAV), Yamisleidy Estrada (HOL) y Lorelis Rodríguez (CMG).

Venidas de todos los territorios, excepto de la Isla de la Juventud y Guantánamo, las 87 muchachitas hacen su mayor esfuerzo. Compiten en las modalidades de cintas, aros, pelotas y manos libres. Primero en el concurso individual y después por equipos.

Saben que entre ellas están las futuras Sonia Pedroso, Lourdes Medina y Yordania Corrales, por solo citar tres de las mejores exponentes históricas de Cuba en esta disciplina.

Terminada la competencia de los Juegos Escolares Nacionales volverán a los entrenamientos a pulir detalles técnicos y enriquecer sus ejercicios, continuarán las dietas abundantes en frutas para compensar el gasto energético y seguirán «cubanizando» la música acompañante. Porque belleza y estilo ya tienen.

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