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Alexei Bell (71 kg) terminó rápido con el ecuatoriano Milton Gualpa. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:45 pm
Escasa o (casi) cero rivalidad foránea, no podía reflejar otro resultado que no fuese la cómoda barrida de los gladiadores cubanos, este miércoles, en la primera fecha de los torneos internacionales de lucha Granma-Cerro Pelado, con sede en la Ciudad Deportiva capitalina.
En la división de 59 kilogramos, el holguinero Maikel Anache sí tuvo porfía en su primer duelo ante el dominicano Francisco Encarnación, del cual salió airoso 4-3. En la final, hiló tres pases atrás y un desbalance, para vencer por superioridad técnica (8-0) al ecuatoriano Andrés Montano. El peruano Juan Carlos López y Encarnación terminaron terceros.
Mientras, en la final de los 98 kilogramos hubo un real «monólogo» del pinareño Yasmani Lugo. El cubano se limitó a empujar y sacar fuera de la zona de competencia en seis ocasiones al quisqueyano José Arias —bronce el pasado año, pero en 84 kilogramos—, quien apenas mostró un fuerte halón. A esta técnica le agregó un pase atrás para la decisiva superioridad técnica (8-0). Las preseas de bronce las ganaron Reinier Monteagudo (CUB) y Kevin Mejías (HON).
Entretanto, en los 80 kilos solo se presentaron tres gladiadores, incluido el cubano Alan Vera, quien derrotó sucesivamente por superioridad técnica a Enrique Cuero (ECU) y Elvis D’Orbe (RDO), medallistas de plata y bronce, por ese orden.
Y si en los 80 solo hubo un trío, en los 71 el cubano Alexei Bell le agarró fuerte la cadera al ecuatoriano Milton Gualpa, y no lo soltó hasta endosarle cuatro desbalances al hilo, para los ocho puntos que le dieron el triunfo. Aquí, solo compitieron ellos dos.
Hoy, en la segunda fecha, habrá disputa de medallas en ocho divisiones. Los varones lo harán en 66, 75, 85 y 130 —incluido el titular mundial y olímpico Mijaín López—, con lo cual finalizarán las acciones del estilo greco. Mientras, las chicas iniciarán las acciones de la modalidad libre, con lidia en las categorías de 48, 55, 60 y 69 kilogramos. ¿Habrá otra «escoba» en el Coliseo?
