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Los campeones villaclareños celebran la clasificación. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:46 pm

Ramón Moré terminó por tener la razón. Apostó por Ismel Jiménez para robustecer su staff a pesar del mal momento que atravesaba el diestro espirituano, y este correspondió a su confianza abriendo para los vigentes campeones villaclareños las puertas de la postemporada.

El yayabero se metió a los bateadores holguineros en un bolsillo, y al son de ocho ponches en poco más de siete entradas de actuación dibujó la clasificación de los Azucareros.

Igual suerte no corrió en la trinchera opuesta el también abridor derecho Yaisel Sierra, ni tampoco Pablo Millán Fernández como apagafuegos, pues de forma combinada encajaron el racimo de cuatro anotaciones que desbarataron el sueño de los Cachorros.

Tuvieron tiempo los Naranjas para sumar cuatro rayas más, mientras, el relevista Yoandy Fernández, a pesar del cuadrangular de Leris Aguilera —se había tomado tres ponches ante Ismel— cumplía con sobresaliente su tarea.

De cualquier forma, encomiable fue el esfuerzo de los nororientales, quienes estuvieron muy cerca de protagonizar una gran hazaña.

Por su parte, Villa Clara diluyó un tanto la noción fatalista de los campeones en su siguiente campaña, y se medirá como visitante el próximo jueves con los Cocodrilos matanceros en el inicio de un cruce que reedita la final de la pasada campaña.

Cerrando el cuadro

En la edición de este martes, JR publicó la medida tomada por las autoridades deportivas y del béisbol en el Municipio Especial Isla de la Juventud con el lanzador de ese territorio, Wilber Pérez. Decidimos hacerla pública, aun cuando el texto no detallaba los hechos que motivaron la separación por un año del tirador zurdo de 37 años.

Como yo no estuve presente el pasado domingo en el estadio Cristóbal Labra, y el juego de marras no fue transmitido por televisión, me abstengo de opinar. Después de escuchar varios criterios, recibir las aclaraciones de la Dirección Nacional de Béisbol e interpretar lo que intentaba explicar la nota enviada a ese órgano, puedo decir que la sanción se basa en la apreciación de los directivos del béisbol pinero y del alto mando del equipo, sobre la intencionalidad de Wilber al lanzar para ser fácilmente bateado por la ofensiva del equipo contrario.

Luego de los hechos he recibido, por las más diversas vías, criterios a favor y en contra del lanzador. Pudiera considerarse una actitud antideportiva y condenable, como, según la nota emitida por las autoridades pineras, la asumió el resto de los jugadores del equipo y los aficionados en el estadio. En ese caso, se impone la necesaria sanción. Y el tiempo de separación no me parece excesivo, pero cuando se sanciona con similares términos una agresión premeditada con un bate, se corre el riesgo de parecer incongruentes. Por eso, hay cosas que siguen sin encajarme en estas historias.

Resultados del martes