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Nunca antes, en lo que va de la presente Serie Nacional, el equipo de Pinar del Río había conseguido tres victorias sucesivas. Su errante paso por el torneo había hecho saltar las alarmas, aun encendidas a pesar del pase de escoba que acaban de recetar a los Indios guantanameros a orillas del Guaso.
Esta vez el triunfo de los dirigidos por Alfonso Urquiola fue por la mínima diferencia (2-1), pero su importancia es trascendental, pues a ello se suma el tropiezo de los líderes de la tabla de posiciones.
Por ejemplo, a los Cocodrilos yumurinos –punteros— se les trabó la escoba en los predios de los Cazadores artemiseños, donde el local Miguel Lahera guió a los suyos a un triunfo por 7-3 que representó su tercer éxito de la campaña.
Mientras, Villa Clara bateó todo lo que quiso para despedirse con una victoria de 11-0 frente a Industriales –segundos en la clasificación- que le permitió inclinar a su favor la serie particular.
Asimismo, debido a la lluvia Ciego de Ávila solo pudo disputar uno de sus tres duelos con Santiago de Cuba, y para su infortunio terminó cediendo por 1-2 a la altura del décimo capítulo.
Mientras, en Granma los Alazanes salieron airosos por partida doble luego de someter con pizarras de 5-0 y 4-3 a la tropa de Camagüey, en el segundo caso dejándola al campo.
También hubo doble programa en Cienfuegos, donde los Elefantes sueños dividieron honores con los Huracanes de Mayabeque. En un enfrentamiento se impusieron con marcador de 4-1 y luego capitularon con pizarra de 1-2.
También en el programa dominical, Las Tunas evitó la barrida en tierras holguineras al imponerse por 4-2, mientras que la Isla de la Juventud consiguió su segunda victoria frente a Sancti Spíritus, esta vez con lechada de 3-0.
