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Rugidos en el Latino

La segunda fase de la campaña llegó este lunes al capitalino estadio Latinoamericano, donde el equipo de Industriales se impuso 6-2 a los Cocodrilos de Matanzas

Autor:

Raiko Martín

Llegó la segunda fase de la campaña al capitalino estadio Latinoamericano, y el público respondió. A mitad de la entrada número dos se abrieron las gradas de los jardines, pues miles quisieron ver in situ el desenlace del primer cruce de armas entre Matanzas e Industriales, hoy por hoy uno de los duelos más mediáticos del béisbol cubano. Y sobre el diamante, los jugadores de ambos equipos correspondieron a esa hambre de emociones.

Excelente duelo monticular, impecable defensa, drama y suspenso, espectaculares «ceros», jugadas apretadas, estrategias interesantes. De todo, hasta el séptimo episodio, cuando Rudy Reyes le enganchó una curva en zona baja al relevista Ramón Licor y desató la euforia. Mazazo descomunal y tres carreras que abrían un abismo al hasta entonces ajustado marcador. Estado de shock, aprovechado por el refuerzo guantanamero de Félix Carbonell para sacar otra pelota sobre la cerca del jardín izquierdo. Luego, el doblete impulsor de Yulieski Gourriel —que despachó cuatro hits en la noche— sonó a tiro de gracia.

Quienes no disfrutaron el partido ni por televisión no podrán imaginar que se trató de un interesantísimo pulso monticular entre Frank Montieth y Jonder Martínez, o que la tropa yumurina, como es su costumbre, no bajó los brazos hasta el final. Así de impredecible es el béisbol.

Mientras, el regreso a sus predios fue un alivio para los equipos de Holguín y la Isla de la Juventud, ocupantes de las dos últimas plazas de la tabla de posiciones. Ambas novenas se presentaron por primera vez frente a su público y no lo defraudaron, con respectivos triunfos frente a Pinar del Río y Ciego de Ávila.

Agónico resultó el segundo éxito de los Cachorros desde que comenzó la etapa, pues hasta último momento primó la tensión en el graderío del Calixto García. Fue un partido de altibajos —cinco errores en total— y de un desenfrenado ataque desde ambos bandos.

La pizarra se movió como un carrusel, con los dirigidos por Alfonso Urquiola tomando el mando en el quinto capítulo gracias al solitario vuelacercas de Donal Duarte, y perdiéndolo un inning más tarde, después del cuadrangular de Yordan Manduley con un hombre en circulación.

Hasta que el clima del suspenso apareció a la hora de recoger los bates. El refuerzo villaclareño Yordanis Linares abrió fuego con doble, y el relevista Yasiel Sierra se cuidó tanto de Duarte que le dio pelotazo. Luego William Saavedra firmó el fogonazo que puso el empate en circulación, pero Denis Laza terminó ponchándose, antes de que el apagafuegos holguinero cerrara el lazo dominando a los dos últimos bateadores rivales.

Mientras, los Piratas respaldaron ofensivamente la faena del refuerzo tunero Darién Núñez, para hacer la primera cruz en este tramo. En total batearon diez hits, aunque también sufrieron hasta el último out, cuando al cerrador Dani Aguilera se le «trabó el paraguas». Un doblete de Humberto Morales que empujó dos, reverdeció las aspiraciones de los Tigres. Pero la rebelión fue sofocada.

En el otro desafío, la artillería granmense se dio banquete con el cuerpo de tiradores artemiseños, quienes soportaron 17 inatrapables. Uno de ellos fue el jonrón de Alfredo Despaigne abriendo la cuarta entrada, en la que también el receptor Yulexis La Rosa llevó la pelota más allá de los límites, con dos bases ocupadas.

El refuerzo agramontino Dariel Góngora avanzó sin muchos problemas durante casi seis entradas, y fue apuntalado por sus rescatistas. Él es también responsable de un triunfo que los mantiene como segundos en el escalafón.

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