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El equipo «encantado»

El próximo martes, durante la segunda presentación de los Cangrejeros de Santurce en la Serie del Caribe, será homenajeado el «Dream Team» boricua, y Carlos Delgado, uno de sus integrantes, lanzará la primera bola del partido

Autor:

Raiko Martín

SAN JUAN, Puerto Rico.— Veinte años no es nada —dice el famoso tango—, pero sí suficiente para recordar uno de los pasajes más gloriosos del béisbol boricua, y de paso rendir el justo tributo a una generación de peloteros que hizo historia al máximo nivel. El próximo martes, durante la segunda presentación de los Cangrejeros de Santurce en la Serie del Caribe, será homenajeado el «Dream Team» boricua, y Carlos Delgado, uno de sus integrantes, lanzará la primera bola del partido.

Será difícil que pueda repetirse algo como lo logrado por los Senadores de San Juan en 1995, pues no se vislumbra en el horizonte otra huelga como la que sacudió ese año a las Grandes Ligas estadounidenses, y que contribuyó a que muchas de las grandes estrellas del Caribe se enrolaran en la también conocida como la «Pequeña Serie Mundial».

Aquella temporada, en la que el torneo regresaba a tierras borinqueñas después de diez años, los astros se alinearon. Luego de imponerse a nivel local, la franquicia capitalina pudo reunir a un grupo de peloteros que escribieron la leyenda.

Roberto Alomar cubrió el segundo cojín, Edgar «Papi» Martínez fue el designado, Carlos Baerga cuidó la tercera base, Carlos Delgado hizo de receptor, Juan «Igor» González patrulló el bosque izquierdo, Rubén «El Indio» Sierra, la pradera derecha; Bernabé «Bernie» William fue el jardinero central; Carmelo Martínez, el inicialista y Rey Sánchez custodió el campo corto.

Cada uno de ellos llegó al torneo en medio de sus brillantes carreras en las Grandes Ligas estadounidenses. Por ejemplo, Alomar acumulaba siete temporadas en la Gran Carpa, cuatro de ellas, bateando por encima de .300. Además, había sido elegido cinco veces para el Juego de las Estrellas, poseía igual cantidad de Guantes de Oro y un par de anillos de la Serie Mundial, ganados con los Azulejos de Toronto.

Con los Rangers de Texas, Juan «Igor» había sido líder jonronero de la Liga Americana el año 1992, con 42 y en 1996, con 46, esta última, cifra récord en su momento para un pelotero latino. Asimismo, en 1992 Edgar Martínez había sido líder de bateo (.343) y dobles (46) en la Liga Americana, mientras que Baerga ya había participado en tres Juegos de las Estrellas, había ganado un Bate de Plata, y archivaba par de campañas con más de un centenar de carreras empujadas.

La novena de ensueño no defraudó a sus fanáticos, y después de dos cerrados triunfos frente a los Naranjeros de Hermosillo (México) y los Leones del Caracas, desataron todo su poderío sobre los Azucareros del Este (República Dominicana), quienes exhibían en su nómina a grandes jugadores de la talla de Raúl Mondesí, Andujar Cedeño, Esteban Beltré, José Rijo, José Offerman, Henry Rodríguez y Pedro Martínez, entre otros.

En la segunda vuelta, Los Senadores volvieron a barrer inobjetablemente, para así conquistar de forma invicta su primera corona en estas lides, y la tercera con sabor boricua hasta ese momento.

Al final, Alomar cerró como líder de los bate-adores con average de .560, y además encabezó el apartado de carreras anotadas con diez. A su vez, «Bernie» Williams resultó el mayor jonronero del torneo, con tres vuelacercas.

Después de aquella maravillosa experiencia otras naciones intentaron armar sus propios trabucos, pero no tuvieron similares resultados. Una de ellas fue Venezuela, que buscó ganar la edición de 1998 que organizó en Puerto La Cruz. Sin embargo, fracasaron sus Cardenales de Lara que tenían en su cuerpo de pitcheo a Ramón García, Felipe Lira, Kelvin Escobar, Omar Bencomo y Roy Halladay, además de jugadores notables como Luis Sojo, Miguel Cairo, Robert Pérez, Edgardo Alfonzo, Wilfredo Polidor, Alex Cabrera, Bob Abreu y Maglio Ordóñez.

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