Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Con las uñas… y con la bomba

Nuestros Vegueros, pinareños y de todos los cubanos, se aferraron con todo a esta Serie del Caribe y siguen en la pelea por avanzar a las semifinales

Autor:

Raiko Martín

SAN JUAN, Puerto Rico.— Más de 18 000 personas que colmaron los graderíos del estadio Hiram Bithorn de esta ciudad, regresaron a casa cabizbajos, pero satisfechos después de más de tres horas de tensión. Nuestros Vegueros, pinareños y de todos los cubanos, se aferraron con todo a esta Serie del Caribe, y con un espectacular triunfo sobre los anfitriones Cangrejeros de Santurce, siguen en la pelea por avanzar a las semifinales.

Fue otra noche épica, como las que en algún momento abundaron en la historia del béisbol cubano. El equipo dirigido por Alfonso Urquiola sabía lo que estaba en juego, peleó con todas las armas disponibles, y salió airoso cuando las fuerzas parecían escasas. El hit de oro de Roel Santos selló una jornada mágica, intensa, más para el jardinero granmense que siempre soñó con un momento como este.

«Todos sabemos las pasión con la que los cubanos viven el béisbol, cómo disfrutan triunfos como estos, por lo que me siento inmensamente feliz con este batazo. Es lo más grande que me ha sucedido, y saber que puedan recordarme por este batazo, es algo que llena de orgullo», fueron sus apreciaciones en medio del éxtasis colectivo.

Para el rival también hubo merecidos reconocimientos, pues frente a su público, vendió bastante cara la derrota. Incluso, siempre pareció más cerca del objetivo, después de forzar el empate en el quinto episodio frente a un Yosvani Torres atrincherado en el box para salir ileso de no pocas complicaciones.

El timonel cubano, convencido de sus limitaciones en el bullpen, estiró al máximo sus prestaciones, utilizó luego a Erlis Casanova para contener los ánimos, y se encomendó al talento y la potencia del jovencito Héctor Manuel Mendoza para «amarrar» el sueño.

El pinero, todo coraje, demostró que está hecho para lidiar con momentos electrizantes, como lo hizo en la parte alta del noveno episodio, con el conteo al límite y miles de gargantas apuntando a su desconcentración. Desde el palco de la prensa nunca supimos la velocidad exacta del lanzamiento que «fundió» a René Rivera, pero llevaba la necesaria para asegurar la victoria.

Ya frente a los medios, con la felicidad a flor de piel, Mendoza confesó que era el momento más importante de su breve carrera deportiva. «Antes de comenzar el partido estaba muy enfocado porque sabía que en algún momento tendría que asumir la responsabilidad. Traté de hacerlo lo mejor posible, sentí que el resultado dependía en parte de lo que pudiera hacer, y estoy muy satisfecho», dijo.

Todo, absolutamente todo, fue parte de un guión absorbente. Incluso, la cuestionable decisión de dejar batear a Luis Alberto Valdés en el final del noveno acto con la victoria en segunda, cuando muchos pensamos en Cepeda o Malleta como la opción del momento. Pero el timonel pinareño confesaría luego que «le tengo mucho confianza cuando viene con corredores en bases».

Con este desenlace reviven las aspiraciones cubanas de no quedar al margen en el primer corte. En la tarde de hoy nuestra selección tendrá otro difícil compromiso frente a los invictos Caribes de Anzoátegui venezolanos, que ya están asegurados en el siguiente tramo después de vencer con ajustado marcador a los Gigantes del Cibao de República Dominicana.

Dos cubanos en la gloria

La más reciente jornada del certamen fue aprovechada para reconocer la trayectoria de seis jugadores de la región, quienes fueron exaltados al Salón de la Fama del béisbol caribeño durante una emotiva ceremonia realizada en el Museo del Deporte de Puerto Rico, ubicado en la localidad de Guaynabo. Y dos de ellos nacieron en la Mayor de las Antillas.

Entre los distinguidos estuvieron el legendario Conrado Marrero, quien participó en cuatro ediciones de la Serie del Caribe, ganó en dos de ellas y tuvo el honor de ser el primero en firmar una lechada en estas lides.

El otro cubano que ingresó en el distinguido recinto fue Napoleón Reyes, único hasta el momento que posee par de títulos conquistados en forma consecutiva como director de equipo.

De esta forma, Marrero y Reyes elevan a 12 la cifra de cubanos exaltados. También forman parte del selecto grupo de famosos Camilo Pascual (1996), Tony Pérez (1998), Héctor Rodríguez (1998), Sandy Amorós (1999), Orlando Peña (2000), Felo Ramírez (2001), Diego Seguí (2004), Orestes «Minie» Miñoso (2005), Armando Hernández (2005) y Pedro Formental (2006).

Los otros cuatro nuevos miembros del Salón de la Fama caribeño nacieron en la Isla del Encanto, y entre ellos estuvo el legendario Roberto Clemente, el jugador más sobresaliente en la historia del béisbol en esta nación, y cuyo nombre distingue la liga invernal boricua.

Le acompañaron esta vez a la inmortalidad Bernabé «Bernie» William y Juan «Igor» González, ambos miembros del afamado «Dream Team» boricua consagrado en la edición de 1995, así como Héctor Villanueva, recordado por sus grandes actuaciones en las seis ediciones de los clásicos caribeños.

Firmes en todas las jugadas

Los miembros de la delegación cubana que se encuentra en esta ciudad participando en la Serie del Caribe dejaron claro que sabrán reponerse de cualquier contrariedad, y su respuesta será siempre la firmeza y la voluntad de defender a la Patria dentro y fuera del terreno.

Reunidos todos en uno de los salones del hotel que los acoge, ratificaron las palabras leídas por el jugador Frank Camilo Morejón, y que expresaban que «continuaremos dándolo todo en el terreno y fuera de este con el objetivo de regresar a casa con el deber cumplido».

En otra parte de la declaración de la delegación cubana, el grupo repudió «los asedios de grupos organizados desde Estados Unidos y otros países para alentar el robo de atletas formados por la Revolución», en referencia a los hechos que antecedieron a las deserciones del lanzador Vladimir Gutiérrez y el torpedero Dainer Moreira.

Ambos atletas abandonaron la comitiva cubana poco después de que el equipo sufriera el pasado martes su segunda derrota en el torneo frente a Los Gigantes del Cibao que representan a República Dominicana.

Por su parte, Jorge Polo, vicepresidente del Inder y al frente aquí de la delegación, les transmitió a los peloteros la confianza que en ellos ha depositado el pueblo. «El llamado es a erigirnos sobre la voluntad de vencer, seguros de que estamos en condiciones de hacerlo», aseguró.

Imágenes del juego

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