22
«Nada es tan saludable como una paliza en el momento oportuno. De pocas partidas ganadas tengo aprendido tanto como de la mayoría de mis derrotas.»
«No creo en ataques que no se ciñen al cálculo exacto y ofrecen al contrincante demasiadas facilidades.»
«Ha habido momentos en mi vida en los que estuve muy cerca de pensar que no podía perder ni una sola partida. Entonces resultaba vencido, y la derrota me obligaba a descender a tierra desde el mundo de los sueños.»
«Se aprende más en los juegos que se pierden que en las partidas que se ganan.»
«Aprendí a jugar al ajedrez antes que a leer.»
«El buen jugador siempre tiene suerte.»
«Es necesesario proteger al Rey con el mínimo de piezas y atacar al Rey adversario con el máximo de piezas.»
«Hay que eliminar la hojarasca del tablero.»
«Desechemos lo mecánico, abandonemos las teorías científicas y busquemos una nueva lucha de ideas.»
«Los jugadores de ahora (declaraciones en el Torneo Internacional de Londres de julio de 1922) son mejores que los de antes. No digo que tengan ,mejores dotes naturales, pero la esencia del juego ha progresado enormemente en los últimos 50 años. Los matches del pasado no pueden compararse ni juzgarse con los de ahora pues fracasaría cualquier tentativa en ese sentido. El único jugador que, a mi juicio, ha podido resistir la crítica moderna ha sido Morphy porque los principios por los cuales se guiaba son los principios de los Maestros de hoy. Él no confiaba tanto, como muchos de sus admiradores creían, en esas brillates combinaciones producidas en cualquiera de sus partidas, sino que confiaba más bien en nociones exactas de teorías y principios en los que se basan los Maestros actuales. Mas de esto sería imposible hacer una comparación entre los maestros de distintas épocas.
Indudablemente, antes se jugaba el ajedrez de una manera casual. Unos principios bastaban a los mejores jugadores de los tiempos pasados y en consecuencia ignoraban muchas cosas que en la actualidad se conocen, principalmente en la parte técnica.»
«Creo que a los 30 años el ajedrecista llega a su culminación. Si es suficientemente bueno para ser uno de los mejores del mundo, deberá mostrar sus aptitudes a los 14 años.»
«El ajedrez, como todas las demás cosas, puede aprenderse hasta un punto y no más allá. Lo demás es tal cual como se lo haya brindado la naturaleza.»
«Yo sé a simple vista cómo ha de tratarse una posición, lo que puede ocurrir, lo que va a suceder; otros hacen ensayos, pero yo sé, yo sé.»
«Jamás he estudiado ajedrez. Sólo estudio ajedrez cuando juego una partida.»
«Si Tartakower dedicase más atención a su juego en los torneos en vez de escribir sus artículos, sería acaso el más temible aspirante a los primeros lugares y un serio candidato al título mundial.»
Kasparov le llama «el Morphy cubano» en su libro «Mis geniales predecesores».
