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El optimismo de Denia, necesario para la comitiva cubana. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 06:14 pm
TORONTO.— Si la pregunta fue provocadora, la respuesta fue contundente. La discóbola Denia Caballero, del reparto Vigía Sur, en Santa Clara, vino a Toronto por la medalla de oro y por un récord, dice que lo mismo el nacional que el de los Juegos Panamericanos. Atrevida la muchacha de 25 años.
—¿No es muy arriesgado tu vaticinio?
—Bueno, ese es mi propósito, ya este año hice un tiro de 70,65 metros y la plusmarca de Cuba es de 70,88, en poder de Hilda Elisa Ramos, desde 1992; y el Panamericano es de 66,40 metros de Yarelis Barrios, implantado en Guadalajara 2011.
«Yo sé que los récords no se buscan, ellos salen solos, pero estoy preparada. El 2015 ha sido mi mejor temporada».
—Tienes una adversaria fuerte también en tu compañera Yaimé Pérez...
—Sí, eso me estimula para hacerlo mejor cada día; a mí —como a nadie— no me gusta perder. Este año nos hemos enfrentado seis veces y le he ganado cuatro.
—Alguien me dijo que cuando eras niña entrenabas con piedras, ¿qué hay de cierto en esa historia?
—Yo entré a la EIDE por el atletismo, en el área de saltos. No era mala, pero me lesionaba mucho la tibia y me cambiaron para múltiples (heptatlón). Ahí sí era pésima en la resistencia y los entrenadores me ponían a tirar piedras porque decían que los lanzamientos eran mi mejor opción. Así se definió mi rumbo en el atletismo. Desde los 15 años estoy en el disco.
—En esa especialidad hay una fuera de serie, la croata Sandra Perkovic, ¿te impresiona?
—Si te soy franca, no, he competido con ella dos veces esta temporada y en ambas Perkovic ha ganado. Pero nos veremos en el Mundial de agosto, quién sabe si a la tercera me toca a mí...
—Eres muy activa en Facebook. ¿Sientes adicción por esa red social?
—No, nada de eso. Es verdad que he hecho amistades por esa vía, pero cuando no estoy conectada no lo extraño. Te digo más, puedes hasta embrutecer si no haces un uso inteligente de Facebook.
Mañana, a las 10:05 a.m., comenzará la prueba final del disco. Se sabrá entonces cuán cerca están los pronósticos de Denia de la verdad. Ojalá ese implemento, como las piedras cuando niña, lleguen lejos.
