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En duelo de los únicos dos equipos que no habían ganado ni un juego en el XVIII Campeonato Mundial Juvenil de Voleibol masculino, los cubanos superaron este jueves al plantel de Egipto en cuatro sets (25-18, 25-21, 22-25 y 25-21), en un resultado que solo les sirvió para salvar la honrilla al cabo de dos rondas grupales.
Los dos principales atacadores de la nómina criolla en este certamen, Osmany Uriarte y Abrahan Alfonso, hicieron valer su fortaleza ofensiva contra los africanos, al marcarles 24 y 19 cartones, respectivamente.
Como se sabía desde su derrota ante la sexteta de Francia, los alumnos de Rodolfo Sánchez solo podrán ocupar, de salir airosos en los dos partidos que les restan, el puesto 13 entre los 16 elencos que intervienen en la justa.
Aunque al cierre de esta edición aún no habían concluido todos los partidos de la fecha, el conjunto de Argentina ya había asegurado su inclusión en la semifinal, tras batir a todos sus adversarios en el segundo segmento del torneo.
Mientras, en Puerto Rico, las poquísimas esperanzas de las cubanitas menores de 20 años de ubicarse entre el noveno y el decimosegundo lugares en el Mundial femenino de esa categoría, se desvanecieron ayer al sucumbir ante la representación de Taipéi de China en tres parciales (19-25, 22-25 y 16-25).
Un simple vistazo a las estadísticas del compromiso revela que para las jovencitas de nuestro país resultó un enigma el servicio de las asiáticas, quienes facturaron 12 puntos directos por esa vía.
Individualmente, Diaris de la Caridad Pérez (10 tantos) y Claudia Hernández (8) sobresalieron al ataque por las criollas.
Ese fracaso envió a las dirigidas por Wilfredo Robinson —igual que los varones— a los escaños más bajos del ordenamiento, pero aún conservan opciones de no ser las últimas en la tabla final como les sucedió a sus compañeras participantes en las citas universales del sub-18 y el sub-23.
