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«Me llené de valor y estoy en finales», confesó vía electrónica a JR ese pequeño gigante de la gimnasia cubana que es Manrique Larduet, quien se presentó este jueves en la Copa del Mundo de Doha, Catar, y pese a una lesión sufrida en los entrenamientos previos logró avanzar a dos finales.
El estelar gimnasta no concebía regresar a casa con las manos vacías y se presentó en la Academia Aspire para mostrar su talento y arrojo ante 120 atletas de 33 naciones. El entrenador Carlos Gil respetó la decisión de su muchacho, pero antes, para cuidar a su «joya», bajó el grado de dificultad de sus presentaciones. «Es un guerrero que quiere cumplir con Cuba», nos comentó el preparador.
Manrique solo compitió en paralelas y anillas, con calificaciones de 15.600 (segundo) y 15.200 (cuarto), respectivamente. Hoy será la final de anillas y mañana buscaría una medalla en la otra especialidad, con la posibilidad de poner a prueba en ella nuevos elementos en una salida con grado de dificultad G —los de mayor puntuación—, movimientos que pudieran registrarse con su nombre.
El certamen del orbe en Catar sirve al santiaguero como preparación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
