Julio César aportó el tercer título a la delegación cubana. Autor: Roberto Morejón Rodríguez Publicado: 21/09/2017 | 06:36 pm
A su estilo, danzando sobre el ring, Julio César La Cruz demostró, una vez más, que el boxeo no es solo cuestión de tirar golpes. Electrizantes, sus contragolpes dejaron muy claro desde el inicio del combate quién iba a ser el rey del Olimpo en los 81 kilogramos.
Por mucho que el kazajo Adilbek Niyazymbetov corrió detrás de él o trató de acorralarlo, Julio César era —reflejo de su apodo— una sombra, a la que apenas podía «tocar» el europeo con sus manos enguantadas.
Su presea de oro es la primera del boxeo cubano en esta edición de los Juegos Olímpicos y se espera que el sábado Robeisy Ramírez (56 Kg) y Arlen López (75 Kg) lo imiten, después de que ayer se impusieran en la semifinal de sus respectivas divisiones.
Hoy, la pertiguista Yarisley Silva saldrá en busca de una presea, y también competirán, entre otros cubanos, los luchadores del estilo libre Yowlys Bonne (57 Kg) y Liván López (74 Kg).