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Hockey por reverdecer el césped

Muchos transeúntes y aficionados se preguntan las causas de la ausencia de atletas sobre el verdor de la cancha. Algunos, incluso, llegan a cuestionar si esta disciplina aún existe en Cuba. Lo que desconocen la mayoría es que el hockey cubano vivió etapas memorables, aunque actualmente atraviesa una fase de recuperación, luego de un período crítico

Autores:

Javier Rodríguez Perera
Eduardo Grenier Rodríguez

Prácticamente todos los días el mercado agropecuario más popular de Santiago de las Vegas, perteneciente a Boyeros, vive el confluir de clientes. Sin embargo, el ajetreo de ese punto de venta contrasta con la imagen desoladora que regala una de las instalaciones deportivas más emblemáticas de Cuba.

Justo al frente se ubica el Estadio Nacional de Hockey sobre césped Antonio Maceo, epicentro tradicional de los equipos patrios de esa disciplina y cuna de ilustres practicantes de este popular deporte. Sobre su hierba sintética se nota un vacío desde hace un tiempo considerable.

Muchos transeúntes y aficionados se preguntan las causas de la ausencia de atletas sobre el verdor de la cancha. Algunos, incluso, llegan a cuestionar si esta disciplina aún existe en Cuba. Lo que desconocen la mayoría es que el hockey cubano vivió etapas memorables, aunque actualmente atraviesa una fase de recuperación, luego de un período crítico.

Las selecciones absolutas de uno y otro sexos están fragmentadas, cada uno de los integrantes se encuentran entrenando en sus respectivas provincias. La situación se complejiza si se tiene en cuenta que es una disciplina que exige el team work, lo que deriva en la creación de nuevas habilidades y riqueza táctica.

Buscando los goles perdidos

Pese a esas vicisitudes, en los últimos meses la dirección nacional de este deporte se ha trazado el reto de enrumbarlo por el buen sendero, como lo aseguró a JR Dauly Armando Noriega, comisionado nacional.

«Nos encontramos en una nueva etapa. Hace casi tres años tuvimos equipos bastante fuertes, sobre todo en el sector masculino, que lograron coronarse en la cita regional de Veracruz 2014. Pero, por diversas razones, entre ellas que varias de nuestras principales figuras abandonaron la selección nacional, se retrocedió de forma notable», expresó Noriega.

De aquellos equipos que asaltaron la cúspide centroamericana hace tres años, se mantienen 15 atletas, de un total de 32 inscritos en dicho evento.

Después de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, comenzó una necesaria restructuración y «este año se ha dedicado a un reordenamiento a nivel nacional para definir las pautas del actual ciclo olímpico. Para septiembre está previsto que algunos aspectos vuelvan a la normalidad; por ejemplo, el retorno de las dos preselecciones nacionales al Cerro Pelado».

Por otra parte, el directivo definió la significativa ausencia de fogueo internacional como la gran deuda por enmendar, pues «nos ha sido imposible por problemas económicos. Cuando esté instalada la nueva cancha en Santiago de Las Vegas, aspiramos acoger partidos con elencos de otros países, que nos incluirían de lleno en competencias con los principales equipos del mundo y abriría las puertas de los contratos en ligas foráneas a nuestros atletas.

«Estamos abiertos a que los hockeistas cubanos jueguen en el exterior. Sin embargo, debido a que intervienen muy poco a nivel internacional, los clubes no se arriesgan a ficharlos», explicó Dauly.

Mantener el panorama triunfador de antaño en la región y ser un escollo para las principales selecciones del continente es una prioridad para los directivos del hockey en la Isla. Como bálsamo para la concreción de esas aspiraciones hay una realidad y es que no existe carencia de implementos, gracias a un convenio con la Federación Internacional.

«Tenemos bastones, pelotas y accesorios para los porteros, que hemos repartido en todo el país, específicamente en las diez EIDE donde se practica el hockey. Con los implementos no tenemos problemas, probablemente seamos el deporte más favorecido», aclaró Noriega.

Después de casi dos años sin competiciones oficiales fuera de Cuba, el torneo más cercano es los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, para el que están clasificados los dos equipos por la condición de vigentes titulares y se aspira a emular en semejantes desempeños.

No obstante, la situación actual de la disciplina, unida al nulo fogueo internacional, son agravantes para la capitalización de dichas intenciones. Aunque todavía no se ha concretado, es un paliativo la inserción de algunos atletas en la Liga de Holanda o una base de entrenamiento en ese país como otra variante, merced a un convenio con la Asociación tulipán de la disciplina.

La bola rodará a full

Siguiendo el ritmo de las buenas     noticias, próximamente será instalada una grama artificial de primer nivel, en sustitución de la actual de la Escuela Antonio Maceo, sobrexplotada desde su inauguración en 1991. Según Noriega, ya están en Cuba los contenedores con todo lo necesario para su montaje y se espera que en breve comiencen las obras.

Por su parte, Armando Saralegui, administrador de la instalación, expresó que la inversión se aproxima a los 600 000 dólares y está planificada una reparación prácticamente capital del centro, que incluye el graderío, las cercas y el alumbrado, además de la creación de dormitorios para que los atletas pernocten allí.

«La Federación Internacional está a la espera de que se monte la cancha artificial, porque ellos desean que una ronda de la Liga Mundial —torneo fortísimo que otorga cupos rumbo a los Juegos Olímpicos y en el cual están insertadas las principales potencias del orbe— se desarrolle en Cuba», reveló Noriega, convencido de que eso traerá beneficios en pos de la recuperación del prestigio cedido.

A ese mismo fin contribuirá el otro terreno  sintético que se instalará en Ciego de Ávila, similar al de La Habana, el cual también podrá ser sede de eventos internacionales y partidos amistosos, motivados por su privilegiada cercanía a los Cayos, todo un atractivo turístico.

La historia penetra en el área

Hay quienes piensan que el hockey sobre césped llegó a Cuba hace menos de 30 años; sin embargo, Enrique Laserie Moya, uno de sus fundadores, expresó que su práctica nació a finales de 1969, como fruto del esfuerzo de varias personas, encabezadas por Jesús Molina.

Laserie ha presenciado todas las generaciones de este deporte en la Isla  y es un conocedor de las actuaciones más prominentes de elencos nacionales allende los mares. «Se han vivido momentos en que el nivel fue elevado, como aquel equipo que participó en la cita estival de Moscú 1980 y concluyó quinto. A partir de ahí, las principales potencias europeas comenzaron a mirarnos con más detenimiento y respeto», comenta.

Durante aquellos años el hockey cubano gozaba de una salud excelente, afirma el otrora entrenador, incluso en la categoría juvenil, lo que les permitió alcanzar dos platas panamericanas en eventos del deporte en 1988 y 1992.

«Casi todos los años el equipo juvenil masculino tenía segura su participación en los desaparecidos Torneos de la Amistad. Era muchísimo más fácil lograr partidos de preparación debido a la amistad entre Cuba y los países del exbloque socialista. Dos de los momentos cumbres llegaron en 2002, cuando el conjunto varonil participó en un Campeonato Mundial de mayores, y cinco años antes, en la justa del orbe juvenil de Inglaterra. Aunque no se alcanzaron rendimientos destacados en ninguna de las dos lides, solamente el hecho de clasificar e intervenir es meritorio», recuerda Enrique.

Uno de los participantes de la justa universal de Kuala Lumpur 2002 es el villaclareño Juan Carlos Benavides, considerado por varios especialistas entre los mejores exponentes históricos de la Isla. «En el período que estuve en la selección nacional, desde inicios de la década del 80 hasta principios del 2000, mi generación se caracterizó por tener una técnica depurada y contó con jugadores natos, con gran corpulencia, combativos y excelentes atacadores, además de que se trabajaba muy en serio desde la base», declaró vía telefónica el único cubano elegido en el equipo América de 1990 que compitió en Malasia.

El también cuatro veces titular centroamericano y líder goleador en tres ediciones, expresó que el hockey tenía representación en todas las provincias, con destaque para territorios como Santiago de las Vegas, Ranchuelo, Palmira y Marianao, y recuerda que «realizábamos cada año giras de dos meses a Europa y América, jugábamos con clubes del Viejo Continente y una vez efectuamos cuatro encuentros ante la selección española, que venía de ser subcampeona olímpica».

Tanto Laserie como Benavides se encuentran vinculados al hockey sobre césped en la actualidad. El primero trabaja directamente con la comisión nacional y el segundo lleva nueve años al frente del conjunto de Villa Clara, primera categoría, con el que ha obtenido varias coronas.

Al ambicioso proyecto de encaminar a una disciplina con amplia tradición en nuestro país, además de esas dos glorias deportivas, se han incorporado exatletas y entrenadores capacitados. Por lo pronto, en septiembre comenzará una nueva etapa con la concentración de los equipos nacionales en la Escuela Antonio Maceo, así como la inminente remodelación de esa instalación en búsqueda de un mejor confort para los atletas y los espectadores. Es un proceso, sobre todo de paciencia, en el que se pretende que el hockey reverdezca el pasto.

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