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Alazanes y Cocodrilos romperán las hostilidades del play off y reeditarán una de las semifinales del año pasado. Autor: José Raúl Rodríguez Publicado: 02/01/2018 | 10:53 pm
Si por la historia en postemporada fuera, los Leones de Industriales les sacan notable ventaja a los otros tres aspirantes a la corona de la pelota cubana. Por probabilidades, los Cocodrilos de Matanzas están coqueteando hace más de un quinquenio con el trono; sin embargo, si la proyección fuera por poderío de largometraje, la fuerza que mueve al más exquisito béisbol contemporáneo, los Alazanes de Granma tienen herrajes de sobra para volver a galopar en la cúspide, y si el pronóstico se hiciera por inspiración, terremotos en el graderío y buena ofensiva, también el título se festejaría con caldosa de Kike y Marina.
Los cuatro elencos tienen suficientes atributos para ganar los últimos juegos de la temporada número 57 y representar a Cuba en la próxima Serie del Caribe. Después de reforzarse los equipos el pasado 28 de diciembre, se torna mucho más riesgoso emitir un criterio a favor de uno u otro, pues más que los números, cuentan otras variables, incluida la emocional, que suelen influir en los destinos de los play off.
El único de los cuatro sobrevivientes con más de un centenar de partidos en postemporada es Industriales, y es también el único que cuenta con más éxitos que derrotas, según el archivo de nuestro estadístico Benigno Daquinta. (Ver tabla).
Los Azules incorporaron para la segunda fase del torneo al pitcher en activo que más duelos ha ganado en play off: Freddy Asiel Álvarez (32), quien ocupa el cuarto lugar en el ranking histórico, solo superado por Pedro Luis Lazo (48), Norge Luis Vera (47) y Ormari Romero (44).
Ahora, en el último pedido, VM32 sumó a su manada rugiente a otro de los más experimentados en duelos de esta envergadura, Vladimir García, cuyos 19 triunfos lo colocan en el puesto 16 de los máximos vencedores.
Freddy Asiel (diez play off), Vladimir García (9) y Erly Casanova (6) constituyen la posible tríada de abridores con más experiencia en postemporada. Y en juegos de este tipo, más sabe el diablo por «experto» que por diablo.
Uno de los asuntos que más preocupa a VM32 es la producción de carreras, pues su elenco es el único con menos de 900, aunque le faltaron solo seis para esa cifra, y remolcó al 24.5 por ciento de los hombres que llegaron a segunda y tercera, un indicador en el que solo Las Tunas estuvo por encima del 25 por ciento considerado como positivo, pero no halagüeño.
Si el ataque responde, Víctor Mesa podría, al fin, saborear un cetro. Quizá no salir de favorito le quite un poco de presión a la nave azul; y expertos y relajados, los Leones se tornan muy fieros.
«Coco-tigres» buscan ángeles
Víctor Figueroa sabe que el gran problema del béisbol cubano está en las postrimerías, cuando los abridores salen del box. Él cuenta con un trío para las aperturas que ha exhibido estabilidad durante toda la temporada: Yoanni Yera, Roy Hernández y Dachel Duquesne, y con Miguel Lahera y Jonder Martínez en el bull pen, a los rivales les será muy difícil recortar diferencias o marcar muchas carreras en la segunda mitad del juego.
Las 25 salidas de Lahera en postemporada han sido como apagafuegos y está invicto con seis éxitos y cuatro salvados, mientras Jonder es el segundo con más tapones en play off (8), tres menos que el ya retirado, Yolexis Ulacia.
Ambos podrían ser campeones por tercera vez con equipos diferentes, pues coincidieron en el staff de los Vaqueros de Habana en 2009, luego Jonder se colgó la presea dorada con los Azucareros de Villa Clara en 2013 y Lahera fue rey el año pasado con los Alazanes.
Pero Figueroa sabe también que una cosa es la etapa regular y otra la siguiente. Los números de Yera difieren mucho entre un tramo y el otro, Roy, el líder en PCL de la campaña (1.69), no tiene antecedentes en postemporada y solo Duquesne ha sido casi el mismo en ambas fases, y ese es un asunto que no debe descuidar el alto mando de los Cocodrilos en sus aspiraciones de validar lo que yo también considero: que son favoritos para ganar el campeonato. Muy sabia entonces la decisión de robustecer el bull pen, sobre todo porque frente a la artillería de Granma no hay respiro nunca.
La incorporación de Frederich Cepeda tiene ventajas de todo tipo. Es arma y alma en el terreno. El recordista en más bases por bolas en una temporada cubana, con 109, es un hombre temible cuando se para a un lado u otro de home. Paciente y disciplinado con el madero al hombro, lo mismo rechina la bola contra los colchones de los jardines que dispara soberbios lineazos entre dos. Nunca ha saboreado un título, y pudiera ser esta una excelente oportunidad. Matanzas necesita de ángeles como él para que la sicología no les juegue una mala pasada a la hora en que no se debe fallar.
Bateo, defensa y un jonronero del otro lado del mundo
Si a algo no le ha dedicado neuronas en estos días Carlos Martí es al orden de sus abridores. Lázaro Blanco, por muchas razones, trepará primero al montículo del Victoria de Girón, una lomita que conoce tan bien como a los rivales que enfrentará.
Carlos Martí no es un director de muchas sorpresas, y Blanco es, entre los serpentineros de la Serie, uno de los más seguros; probablemente el más seguro de todos.
La mitad de los cuatro triunfos granmenses frente a Matanzas en la semifinal pasada fueron a la cuenta de Blanco, quien, además, conoce bastante bien las debilidades de sus rivales, pues fue refuerzo de ellos en par de ocasiones, una fortaleza más para un lanzador que de por sí es un hueso durísimo de roer.
Carlos Martí confía en la tríada Blanco, Ulfrido García y Alaín Sánchez para las aperturas, y en que cuando les toque a los relevistas, la ventaja ya sea prácticamente inalcanzable para los oponentes. La entrada de Alfredo Despaigne a una alineación ya de por sí temible, es un plus que debe dejarle un gran rédito a los vigentes campeones. En cambio, si esa tanda no produce lo esperado, las opciones de los Alazanes disminuirán sobremanera, aunque dispongan de la defensa más hermética de la Serie y que se volverá aún más invulnerable con la entrada de Yordan Manduley al campo corto y Raúl González a la antesala.
Bateo y defensa, esas son las armas más poderosas del experimentado director. Del pitcheo, los abridores descuellan, pues Raidel Martínez está por demostrar las potencialidades que posee y que les abrieron los ojos a los scout japoneses.
Filo por ambas partes
Los inspirados tuneros, el elenco de más average ofensivo en la temporada, tienen un pensamiento parecido al de los Cocodrilos: un bull pen sólido es una garantía en nuestro béisbol, y para eso disponen ahora de José Ángel García, el lanzador con más juegos salvados de por vida en nuestros torneos nacionales (237) y tercero en postemporada, igualado con Lazo (7).
Igualmente, apostaron por el talento joven. Yosimar Cousín no tendrá horas de vuelo en postemporada, pero sí una recta sostenida por encima de las 94 millas por horas y otros atributos muy cotizados a la hora de valorar la calidad de un serpentinero. Para ponerle el cerrojo a un inning, puede ser muy eficaz, pese a que con los Vegueros de Lazo archivó par de fracasos sin éxitos.
Para fortalecer sus abridores, llamó a Vladimir Baños, noveno en el escalafón de los que más han ganado en play off (26) y un hombre con suficientes recursos para sostenerse, como mínimo, dos tercios de juego en el montículo, antes de darles paso a los relevistas.
Pablo Civil dispone también del líder en juegos ganados del torneo, Yoelkis Cruz (14) y el de mejor promedio entre ganados y perdidos, Luis Ángel Gómez (8-2).
Además de Yudiel Rodríguez, zurdo igual que Luis Ángel, lanzadores que deben tener mucha acción ante los Azules, pues estos han demostrado dificultad para conectarle con solidez, abundancia y estabilidad a los pitchers del «brazo equivocado».
Si el cuerpo de serpentineros se comporta con altura, los Leñadores pueden hundir hasta la misma médula el hacha, pues su ataque tiene de todo un poco, desde los integrales Yosvani Alarcón (13 jonrones y 104 hits), Rafael Viñales (15/116) y Danel Castro (9/94), hasta el buen tacto del puntero en promedio (.408) y hits (126), Jorge Yhonson, y del refuerzo Yunior Paumier (107 incogibles), pasando por el cohete entre las bases Yunieski Larduet, colíder en estafas (21) y en triples (6) y con 101 cohetes a su cuenta.
Se augura un enero de pelota por los cuatro costados. Si bien la semifinal está cruzada, uno de oriente contra uno de occidente, la final puede ir también de un extremo a otro y concentrarse en una parte de esta Isla larguirucha. Sea cual sea el pareo por el oro, Cuba se partirá en dos, porque en cuestiones de pelota, ni en los hogares hay unanimidad.
