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Raidel Martínez (al medio) sigue confirmándose como uno de los mejores lanzadores de Cuba. Autor: Roberto Morejón Rodríguez Publicado: 06/02/2018 | 04:40 pm
GUADALAJARA, México.‒ Desde que hizo los primeros pitcheos en el primer juego con esos brazos largos y las manos que le caben una toronja dentro, no pocos en el palco de prensa auguraron que el nombre de Raidel Martínez va a sonar en el béisbol más alto que la amplificación del estadio, que, sin exagerar, es semejante a un concierto con 100 orquestas juntas.
El joven pinareño, hermético taponero de los Alazanes de Granma en la postemporada, ha lanzado en este campeonato en par de veces y en ambas lo enviaron a la lomita en situaciones complejas en el noveno capítulo. De las dos salió airoso y se ha robado no pocos «piropos» de los amantes de la pelota, incluso, de cazatalentos de varias ligas profesionales del mundo.
Sin embargo, él sigue enfocado en su trabajo aquí, como si nada existiera a su alrededor, ni siquiera esa bulla ensordecedora que incita a los bateadores a golpear fuerte la bola o se burla de los serpentineros cuando están sin comando, con un estribillo jamás oído en otros estadios: el pitcher está bolero y nadie lo puede negar.
‒¿Notas mucha diferencia entre los bateadores de la Serie del Caribe y los que enfrentas en Japón?
‒No tanta, pero los de allá te estudian más, se pasan todo el tiempo evaluándote.
‒Has tenido par de salidas, ¿te sentiste más presionado en la primera que en la segunda?
‒No lo creo, solo que eran juegos diferentes, pero yo siempre salgo a hacer lo mío, que es sacar los outs.
‒En las dos ocasiones te dieron la pelota con hombres en base, ¿hubieses preferido abrir el noveno inning, como hacen los cerradores?
‒Para mí es mejor empezar la entrada, pero el profesor Carlos Martí es el que sabe cuando ponerme; yo estoy listo para el momento que sea necesario.
‒¿En qué estás basando tu pitcheo en este certamen?
‒Ahora solo estoy lanzando recta (le han marcado 96 millas por hora aquí), cambio y slider, aunque tengo otros pitcheos.
‒¿Prefieres salvar juegos o ser abridor?
‒Yo hago lo que me digan, pero si pudiera escoger fuera abridor. También me siento bien como cerrador. Ya te dije, lo mío es jugar, sea la función que sea.
‒Me comentó un scout que debes mejorar el ángulo de salida de la bola, ¿eres consciente de eso?, ¿estás trabajando para corregir esa deficiencia?
‒Lo sé, y este año he dedicado mucho entrenamiento a ese aspecto y en tener más comando; colocar los pitcheos donde más pueda dominar.
‒¿No te molesta la bulla en este estadio?
‒Yo cuando estoy en el box me olvido del público, de la música, de las gradas, solo me concentro en lo que tengo que hacer.
‒¿Y habías estado en otro parque donde se animara tanto, hasta durante los innings?
‒No, eso no lo había visto nunca.
‒¿Cuándo vuelves para Japón?
‒Después que termine la Serie del Caribe.
