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Ocho sobrevivientes sueñan con Kiev

Dieciséis equipos dieron todo lo que pudieron sobre la cancha para avanzar a la siguiente fase, aunque quedó demostrado una vez más que en la Champions las casualidades escasean

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Los octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA terminaron este miércoles con pocas sorpresas, luego de que varios de los candidatos más serios al título dieran un golpe sobre la mesa con doble sentido: primero para anunciar su poderío, y de paso intentar asustar a la competencia.

Dieciséis equipos dieron todo lo que pudieron sobre la cancha para avanzar a la siguiente fase, aunque quedó demostrado una vez más que en la Champions las casualidades escasean.

El Barcelona de Ernesto Valverde volvió a demostrar su contundencia y terminó pasando por encima del Chelsea, a ratos demasiado estático y parcialmente desprovisto de capacidad de reacción, un pecado imperdonable en las rondas de eliminación directa.

De nuevo un tal Lionel Messi hizo la diferencia, con un doblete en la vuelta que le permitió llegar a los cien goles en el torneo, además de servirle como dedicatoria al reciente nacimiento de su hijo Ciro. Por los londinenses, William y Marcos Alonso fueron de los pocos salvables del descalabro, que bien puede haber significado un ultimátum para su técnico Antonio Conte.

Tal vez el global de 8-1 fuera demasiado injusto para el rendimiento que había mostrado el Besiktas, nada menos que el primer club turco en haber pasado como líder de su grupo en la historia de la competición. Lo cierto es que sin dudas les sirvió para entender que para meterse con el Bayern no basta con la ilusión.

Los de Alemania, que desde el regreso al banquillo de Jupp Heynckes han vuelto a ser ese conjunto temible de años recientes, mostraron poca o ninguna misericordia ante sus rivales de turno, y dejaron a media Europa deseando no cruzarse con ellos en el próximo episodio.

Mientras tanto, el Sevilla dio un «golpe de Estado» en Manchester, y le aguó la fiesta al United de José Mourinho. Claro, que los andaluces bien pueden haberle hecho un favor al portugués, pues quien sabe cuántos colores le hubiera sacado un equipo de mayor estirpe de haber conseguido avanzar.

Sin el mítico Francesco Totti, retirado el pasado verano, la Roma logró algo que no pasaba desde 2008. No pudo el Shaktar aguantar la ventaja mínima de la ida, y con un oportuno tanto del bosnio Edin Dzeko, los giallorossi volvieron a incluirse entre los ocho mejores del continente.

Antes, exactamente hace una semana, el Real Madrid impuso sus leyes en París, con un Cristiano Ronaldo a la altura de las circunstancias. Liverpool y Manchester City pasearon la distancia contra los débiles Porto y Basilea, respectivamente. Por último la Juventus se recuperaba ante el Tottenham y seguía en busca de un sueño que se les ha escabullido hace demasiado tiempo.

De momento, mi apuesta al título sería por bavieros, merengues, bianconeros o blaugranas, eso si el sorteo de hoy determina que no se cruzarán entre ellos.

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