El habanero confía en que el remo cubano terminará primero en Barranquilla. Autor: Roberto Morejón Rodríguez Publicado: 20/03/2018 | 08:06 pm
Hace cuatro años, en la batalla de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz entre Cuba y México por el primer lugar, los antillanos lograron mantener la hegemonía en el medallero por países, al aventajar a los locales con ocho coronas. En ese desenlace influyó mucho el rendimiento de los atletas de remo, quienes protagonizaron una actuación perfecta en la cita, reflejada en diez medallas de oro, que sobrecumplió el propósito de ocho cetros.
El capitalino Reidy Cardona, integrante de la preselección cubana de esta disciplina, declaró a JR que «si en México se rompieron los pronósticos y logramos llevarnos todas las coronas, por qué no se va a poder alcanzar lo mismo próximamente en Barranquilla, o al menos terminar en el primer lugar de este deporte, que es nuestro objetivo. En el equipo y en los entrenadores existe la conciencia de que hay que regresar con el primer lugar».
El atleta de 23 años conforma el doble sin timonel y manifestó que la preparación del remo cubano con vistas a la próxima edición de la fiesta multideportiva regional marcha bien, con los acostumbrados controles para ir precisando detalles en cada modalidad y los tiempos previstos se han ido cumpliendo.
El liseño comenzó este deporte con 15 años y después de un tránsito fructífero por los Juegos Nacionales Escolares, en 2012 fue ascendido a la preselección cubana, lo que le ha permitido participar en Campeonatos Nacionales de primera categoría y en la Copa Presidente en Varadero.
«Si tuviera que elegir un momento importante en este tiempo que llevo en la preselección, me quedaría con el oro que alcancé, contra todo pronóstico, el año pasado en el Campeonato Nacional, en una de las regatas más fuertes que he tenido», afirma.
Confía Reidy en que la presea de oro más segura que tiene el remo cubano en Barranquilla es la del varias veces medallista mundial, el guantanamero Ángel Fournier.
Cardona explicó que su disciplina es bastante exigente, porque «son 2 000 metros de competencia, y desde los primeros instantes se comienza a remar muy parejo y con mucha intensidad. Hay que estar todo el tiempo al máximo, y cuando te sientes el cansancio tienes que volver a subir la carga para no perder la ventaja o para recuperarla. Entrenamos generalmente tres veces al día, cada sesión es muy fuerte y pueden durar entre una hora y media y dos horas».
