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La peligrosa progresión de Colombia

En el afán de lograr el primer lugar por países, el deporte cubano vivirá un escenario extremadamente complejo en los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla, Colombia, entre varias razones, por el desarrollo en los últimos años de los anfitriones

Autor:

Javier Rodríguez Perera

El 11 de junio de 2014 será siempre un día recordado para el movimiento deportivo colombiano. En la urbe azteca de Veracruz se conoció que Barranquilla, una de las ciudades más importantes de Colombia, sería la sede de los 23ros. Juegos Centroamericanos y del Caribe, a celebrarse cuatro años después. Así, oficialmente, Veracruz tenía el relevo asegurado para celebrar la próxima cita multideportiva más añeja de la historia, nacida en Ciudad de México en 1926 con la asistencia de tres países.

Hace cuatro años, la propuesta de Barranquilla aventajó a las candidaturas de Panamá y Puerto La Cruz, Venezuela. Sin embargo, el triunfo colombiano no fue coser y cantar, toda vez que se efectuaron dos vueltas de votaciones, después de un empate entre cafeteros e istmeños. En la instancia decisiva se decretó la victoria, gracias a cinco votos, de nueve posibles, favorables a la Capital del Atlántico.

Esa ciudad, junto a otras cuatro subsedes, recibirá del 19 de julio al 3 de agosto la venidera edición de la cita regional y será la cuarta ocasión en que Colombia organice esa fiesta deportiva, después de 12 años de la escenificada en Cartagena de Indias. Asimismo, Barranquilla será la sede principal por segunda vez, ya que en 1946 se estrenó como anfitriona.

Antes de que empiecen los Juegos, se les puede calificar de históricos, pues será la primera ocasión en que 37 países intervengan —entre ellos Cuba en su vigésima asistencia——, tras la invitación a seis pequeñas islas caribeñas que debutarán. Además, se estima también que exista cifra récord de atletas participantes (5 854), quienes concursarán en 470 pruebas de 36 deportes y se repartirá un total de 3 040 medallas.

La cima como objetivo primordial

Poco tiempo después de conocerse la noticia de la designación de Barranquilla como anfitriona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018, autoridades deportivas colombianas manifestaron públicamente el objetivo primordial de ganarlos por primera vez, a sabiendas de que Cuba constituye un escollo durísimo y es la máxima triunfadora en la historia de estas citas, con 12 ediciones como puntera, y que el deporte mexicano ha tenido un despegue desde Veracruz 2014, sin subestimar a otro fuerte contrincante como Venezuela.

Hace par de años, Enrique Botero, otrora presidente de Coldeportes, expresó la aspiración de que su país ocupara el primer lugar en la tabla de posiciones, alegando que como nunca estaba en mejores condiciones para imponerse, junto a las ventajas de ser local y el acicate del quinto puesto logrado en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, precisamente detrás de los antillanos.

Y, en efecto, el deporte en Colombia ha vivido una significativa progresión en los últimos tres años, pues aparte de aventajar con cinco títulos más en tierras canadienses a una potencia en el área como México, también fue superior en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, con tres cetros, por ninguno los aztecas.

 Lo más cerca que ha estado la nación andina de la cima del medallero por países en certámenes centrocaribeños ha sido el tercer puesto, obtenido en cinco de sus 18 asistencias y lo han mantenido en las últimas cuatro celebraciones. Pero ahora Colombia es sede y pone las condiciones.

Cada edición que pasa se comprueba el poder del país organizador en la confección del calendario competitivo acorde a sus intereses. Cuatro años atrás la versión de Veracruz fue el perfecto ejemplo y en Barranquilla el guion no sufrirá importantes modificaciones, pues se agregaron aproximadamente 50 nuevos eventos que mayormente benefician a los locales y en los que Cuba tendrá escaso protagonismo.

El Comité Olímpico Colombiano y Coldeportes le han prestado una seriedad estricta a la aspiración fundamental de su país y una buena parte del presupuesto anual se ha destinado a fortalecer la preparación y el fogueo internacional de un número considerable de sus más de 700 atletas asegurados para los Juegos. También han recibido una fuerte inyección financiera de ricas empresas que han posado su atención en el frente deportivo, cual vía valedera de recibir apreciables ingresos. 

Otros renglones que han colocado a la nación de ídolos como la ciclista Mariana Pajón, la triplista Catherine Ibargüen o la judoca Yuri Alvear en posición respetable de cara al evento que próximamente acogerán, son el auge de sus Juegos Deportivos Nacionales, la creación y restauración de una importante infraestructura, la Ley del Deporte aprobada por el Congreso Nacional y la inclusión de entrenadores y especialistas extranjeros, entre ellos varios casos cubanos, en disciplinas de poca raigambre como el atletismo, la esgrima o el voleibol.

¿Los mejores de la historia?

Unido al patente afán de los anfitriones de estrenarse como líderes del medallero en el próximo  evento cuatrienal, también existe otra ambiciosa pretensión y es la que presenta cada sede cuando aspira a organizar una cita multideportiva: la celebración de los mejores Juegos de la historia.

Daniel Noguera, director de la fiesta deportiva que recibirá la Capital del Atlántico y para la cual se estima una inversión total ascendente a los 500 000 millones de pesos colombianos, expresó que la organización y los escenarios deportivos serán estupendos y que los Comités Olímpicos de los distintos países que han visitado la ciudad se han ido muy complacidos por los avances contemplados y expresaron sus felicitaciones a los principales responsables.

«La propia Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe) está muy satisfecha con lo que estamos haciendo, con nuestro equipo, con toda la planificación que hay en cuanto al transporte, la logística, el hospedaje, al protocolo. Steve Stoute, presidente de Odecabe, que está asistiendo a los Juegos desde 1966, primero como ciclista y luego como dirigente, dice que no había visto nada igual a lo que está haciendo Barranquilla», añadió Noguera.

Una de las personalidades más notables que ha contribuido a que se pueda alcanzar la exigente aspiración de ser la edición más exitosa es el mandatario colombiano Juan Manuel Santos, quien ha visitado algunos de los futuros escenarios y hace un mes anunció la adición de 30 000 millones de pesos al presupuesto.

Cuando restan poco más de tres meses y medio para que oficialmente queden inaugurados los venideros Juegos Centroamericanos y del Caribe, existe un 60 por ciento de progreso constructivo y de remodelación en las instalaciones que albergarán los distintos deportes. El único de los 13 recintos inaugurados es el Parque de las Raquetas, pero eso no es motivo de alarmas para los organizadores y directivos del deporte en suelo cafetero, quienes están satisfechos con los avances, pues para el 30 de junio todos los escenarios deben estar listos.

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