Goleadas del Real Madrid Autor: Tomadas del perfil de twitter del club Publicado: 03/04/2018 | 06:05 pm
Nadie pudo controlar sus manos. Se escaparon de entre los bolsillos como víctimas de un «corrientazo», enfrentaron la gélida temperatura, y por diez segundos el fútbol pasó a ser el fenómeno más vacuo del universo. Diez segundos que fueron una ovación. Con inusitada espontaneidad, miles de palmas se elevaron al unísono, y brotó un sonido estruendoso para aderezar la genialidad vista sobre el césped. Los aficionados de la Juventus cayeron derrotados pero, quizá, se llevaron la satisfacción de haber vivido en directo algo histórico.
Cristiano Ronaldo fue el causante. Ante la defensa más pétrea de Europa, el portugués consiguió su anhelada perforación de chilena: se elevó por los vientos de Turín, le pegó con su privilegiada pierna derecha y tras un instante en que el mundo fue una gran boca abierta, corrió a la banda a celebrar su mito. Así, desbarató cualquier teoría acerca del ocaso de su carrera. CR7 sigue siendo CR7, y con este, su segundo gol, el Madrid sigue transitando en la actual Liga de Campeones de Europa.
El partido concluyó, en definitiva, con un abultado 3-0 en el rebautizado Allianz Stadium de la ciudad italiana. Había comenzado el encuentro con un chispazo del propio Cristiano apenas en los primeros trances, cuando Isco (titular en el 4-4-2 que propuso Zidane) la tomó por la banda derecha y se sacó de la chistera un pase sublime que el vigente Balón de Oro remató elegantemente con el exterior hacia el fondo de las redes.
Tras este gol, la «Juve» tomó las riendas del cotejo. Adelantó líneas e intentó igualar la eliminatoria, en intentos infructíferos que fueron repelidos una y otra vez por la pareja de Sergio Ramos –quien se perderá la vuelta en el Bernabéu por acumulación de tarjetas- y Raphael Varane, cuya labor inmaculada opacó el juego de figuras como Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala.
Tras los intentos estériles del conjunto italiano, algunos de ellos también frustrados por las manos de un Keylor Navas imponente, Zizou dio un golpe inesperado para Allegri cuando habían transcurrido dos tercios del encuentro: sacó a Benzema y dio entrada a Lucas Vázquez. Y el gallego fue un puñal. Se sucedieron una tras otra las situaciones cerca de la valla de Bufón y, tras la citada obra de arte de Cristiano, fue Marcelo, precisamente en una pared con el portugués, quien subió al marcador el 3-0 final.
Volaron por el estadio los fantasmas de la pasada final de la Champions, en un guión prácticamente idéntico al de aquella noche de Cardiff: primera parte igualada y dominio absoluto de los blancos en la segunda mitad. Por ende, la vuelta en el Bernabéu parece de puro trámite, aunque cuando se hace referencia a granes clubes como la Juventus, siempre queda espacio a la duda. Algo está claro: Allegri deberá trabajar muchísimo de cara a su visita a la capital española, donde intentará una remontada nunca antes vista en la historia de la entidad bianconera.
Mientras esto sucedía en la fría ciudad de Turín, en la calurosa Sevilla, el estadio Ramón Sánchez Pizjuán fue escenario del triunfo del Bayern Munich 2-1 sobre el cuadro anfitrión. Fueron los de la capital andaluza los que inauguraron el marcador, con un vistoso gol de Pablo Sarabia que, sin embargo, no impidió que los bávaros fueran el primer conjunto alemán en ganar en el Pizjuán tras doce visitas.
Tras la perforación de Sarabia, el Bayern se lanzó a por el empate, y medio por mala fortuna, medio por intencionalidad, David Soria encajó al 37´ el empate, en un centro de Ribery que fue desviado por Jesús Navas. Tras el descanso, el partido continuó tan igualado como de inicio, aunque la experiencia en este tipo de instancias de los alemanes terminó pasando factura a un conjunto sevillista víctima de pequeños errores defensivos que cuentan demasiado a ese nivel. Uno de ellos fue aprovechado por Alcántara, quien tradujo su cabezazo al 68´ en el definitivo triunfo para los suyos. La eliminatoria todavía no tiene un punto final, mas la ventaja obtenida en rol de visitantes consolida aun más el favoritismo de los de Jupp Heynckes.
