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Los grandes no perdonan

En la fase que juegan cada año los ocho mejores clubes del Viejo Continente, los octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA, apenas hubo espacio para la sorpresa

Autor:

Enio Echezábal Acosta

La fase que juegan cada año los ocho mejores clubes del Viejo Continente, los octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA, tuvo su primera parte esta semana, y aunque los choques regalaron espectáculo de sobra, no hubo apenas espacio para la sorpresa.

En Turín, el vigente campeón, Real Madrid, repitió prácticamente la misma dosis de contundencia y dominio futbolístico exhibida en la pasada final de Cardiff, y «golpeó» con extrema dureza a la Juventus, que posiblemente tenga que esperar un año más para volver a intentar su regreso a la gloria continental.

El marcador final de 3-0 pudiera parecer escandaloso, pero lo cierto es que los de la capital española tuvieron la capacidad de golpear en el momento justo y saber sufrir los embates bianconeros hasta que la oportunidad se presentó en el complemento.

Al igual que la última vez que se vieron las caras, en la segunda mitad los locales se notaron apocados sicológicamente y fueron incapaces de aguantar a un Madrid quizá demasiado fetichista en su relación con la Champions, que ha convertido la impiedad en una virtud sobre la cancha.

Ese mismo día, el martes 3 de abril, el Bayern despejó en el Ramón Sánchez-Pizjuán, de Sevilla, cualquier duda que quedara sobre su fortaleza y aspiraciones reales de regresar a la cima.

Sofocados desde el principio por la presión e intensidad defensiva de los andaluces, los bávaros tuvieron que soportar que al minuto 32 Pablo Sarabia adelantara a los de Nervión tras una excelente jugada colectiva. No obstante, cinco minutos más tarde un disparo de Franck Ribéry fue desviado por Jesús Navas y el marcador volvía a estar igualado.

Más tarde, los alemanes recuperaron la conducción del encuentro, y al 68’ Thiago Alcántara metía un cabezazo picado que, con cierta «ayuda» de Escudero, se coló en el arco protegido por el suplente David Soria. La vuelta en el Allianz Arena debe ser puro trámite.

Sin dudas la mayor sorpresa de esta fecha fue la paliza que recibió el Manchester City de Pep Guardiola, goleado 3-0 por el Liverpool, un gigante que parece haber regresado con éxito a este exigente torneo.

En el mítico estadio de Anfield, los Reds encarrilaron un pareo que se anticipaba como el más impredecible de todos, al tratarse de un choque entre dos clubes ingleses, que diferencias aparte, comparten muchas similitudes en su estilo de juego.

La próxima semana podrían pasar muchas cosas en el Etihad Stadium, pero todo apunta a que los cinco veces campeones de la Copa estarán por primera vez en semifinales desde 2008.

Por último, en Barcelona, todo lo que fue pronosticado ocurrió, y en su cuartel general del Camp Nou, avasallaron a la Roma.

Si bien durante parte del encuentro los catalanes estuvieron un tanto incoherentes para rebasar la barrera defensiva de los giallorossi, luego del gol(azo) en propia puerta de Danielle de Rossi, fueron dueños totales del terreno.

El marcador final de 4-1 dio toda la razón a quienes aseguraban que los romanistas no estarían a la altura del reto, mientras que los blaugranas aprovecharon para aumentar su confianza en una temporada durante la cual han sufrido solamente una derrota en todas las competencias.

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