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México canta… y sonríe

Los aztecas dominaron a una selección surcoreana que acabó fuera de la Copa con la derrota 2-1

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Muchas son las opiniones que genera en propios y extraños la selección mexicana. Para algunos es un grupo sobrevalorado al que los medios locales ensalzan como si se tratara de superhéroes venidos de una galaxia muy, muy lejana. Otros, sin tanto aspaviento, eligen darle su justo lugar entre los grandes del fútbol mundial, considerando que cuentan con la calidad suficiente como para meterse en la pelea por la gloria mundialista. Lo cierto es que nadie queda ajeno a esta discusión.

Cierto es que a pesar de los criterios de cualquier tipo, jamás han decepcionado sobre la cancha en los máximos eventos, arreglándoselas casi siempre para garantizar su presencia entre los 16 mejores del planeta. Incluso cuando ese bendito quinto partido se les niega desde hace más tiempo del que puede recordarse, los guerreros aztecas no dejan de soñar con romper sus límites y aspirar a más.

A Rusia llegaron los hombres de Ricardo Osorio con demasiadas dudas —todas infundadas— por la sempiterna desconfianza en el trabajo del técnico colombiano. Bastó la exhibición del debut ante Alemania, poderosa y vigente campeona del mundo, para borrar de todas esas interrogantes vacías. Lo de hace un rato ante Corea del Sur, fue solo una prolongación del excelente momento mental y de forma física que viven los mexicanos.

Pese a que los asiáticos son un conjunto que no brilla, igual están claros de lo que deben o no hacer sobre el «verde». Explotar las esprintadas y conectar con Son Heung-min es la clave de su esquema. No obstante, con los reyes de la Concacaf no hay casualidades. La pelota es toda suya, y peligro es su segundo nombre.

Al 26’ una mano imprudente frena dentro del área un centro del capitán Andrés Guardado, quien celebra su partido 150 con la nacional. Carlos Vela, despojado de la timidez de otras veces, la pide y anota desde el punto de castigo. La ventaja llega en el momento perfecto.

Cuarenta minutos más tarde, Javier Hernández pone el broche de oro al espectáculo de su asistente Hirving Lozano. Chicharito se convierte así en el primero en anotar 50 goles vistiendo la elástica de los tres colores, e iguala a Luis «El matador» Hernández como máximo anotador mexicano en un mismo Mundial.

Ni siquiera el golazo de Son al 93’ empaña el trabajo de la tropa de Osorio. Con su segunda victoria del torneo, ya México está de nuevo en octavos, y pone la mira en las nubes. Corea, por su parte, se suma a la lista de adioses tempranos.

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