Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un cocodrilo que muerde sobre la lomita

El equipo de Matanzas cuenta con el líder en promedio de carreras limpias (0.42) del campeonato

 

Autor:

Hugo García

MATANZAS.— El calor es sofocante. Parece un juego aburrido. Renner pichea con su velocidad acostumbrada. Rompe el sexto inning y alguien grita que está dando un cero hit cero carreras, que afine para lograrlo.

«Entonces sí me puse un poco ansioso y nervioso», admite a este diario el joven natural del poblado de Bermeja, en Unión de Reyes.

—¿Cómo lograste esa proeza?

—Yo me enteré en el sexto inning que estaba dando un no hit no run. Logré ese juego perfecto contra Los Arabos en una serie provincial. Cuando estás a punto de esa hazaña tienes que concentrarte mucho para obtener la victoria, pues la presión y el estrés se apoderan de uno.

De 24 años de edad, nació el 5 de mayo de 1996, 84 kilogramos de peso y 1,87 metros de estatura, Renner Rivero Estrada cuenta a JR que «el último año de Víctor Mesa al frente de Matanzas integré el equipo. Cuando terminé el campeonato sub-23 estaba lesionado, traté de recuperarme, pero no lo hice bien, me lastimaba cada vez que salía a lanzar».

—¿Tú control ha incidido en tus cinco victorias?

—Trabajo para eso. Hago mucho bullpen con el receptor a corta distancia para mejorar mis lanzamientos y el control. He tirado hasta 92 millas por hora.

«En la temporada pasada fui relevista. Después me incorporaron a la rotación de los abridores y gané tres juegos seguidos. Con la entrada de los refuerzos volví al bullpen».

Desde chiquito le gustaba la pelota, jugaba con los amigos del barrio, siempre en los jardines y era el quinto bate del equipo de Unión de Reyes. Con 15 años entró a la EIDE Luis Augusto Turcios Lima, de la ciudad de Matanzas, ya como lanzador.

—¿Con qué sueña Renner?      

—Permanecer en la rotación de los abridores y tener buenos resultados para integrar la preselección del equipo nacional. Siempre soñé con ser abridor, porque tienes más tiempo para prepararte y recuperarte. Ojalá la vida me dé la posibilidad de lograr un juego sin hits ni carreras a este nivel.

—¿Tus éxitos a quién se los debes?

—A mis entrenadores, principalmente a Jesús Salgado y a Lázaro Garro, y a Jonder Martínez, quien me ayuda mucho.

«Agradezco también el apoyo que me brindan mis padres, mi esposa Sahilí Moré y mi niña de un año y medio».

—¿Cómo valoras el nivel de esta serie?

—No es igual que la pasada. Creo que esta tiene mayor nivel, con una bola que bota más que la mizuno.

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