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Ambas duplas antillanas mostraron un gran nivel en el clasificatorio. Autor: Tomada de Facebook Publicado: 28/06/2021 | 08:06 pm
«Somos el único deporte colectivo que queda con posibilidades de estar en la cita estival. Eso es un gran compromiso y a la vez estamos felices porque esperamos que en unos días Cuba tenga otra plaza en la capital japonesa», así le manifestó a la colega Lissett Ricardo del diario deportivo cubano Jit la voleibolista de playa antillana Leila Martínez.
Sus declaraciones, hechas justo antes de embarcarse junto a sus compañeras de equipo Maylén Delis, Lidianny Echevarría y Yanileydis Sánchez rumbo al Preolímpico Continental de la región Norte, Centroamérica y el Caribe (Norceca), llegaron como un vaticinio de lo que para ellas sería el torneo que concluyó este domingo en Colima, México.
La confianza de estas muchachas no quedó solo en palabras, puesto que su actuación sobre la arena del balneario azteca fue toda una disertación de aplomo y excelente dominio en cada uno de los partidos desde que debutaron de manera directa en fase de semifinales, una condición que ya las colocaba como favoritas al título, incluso por delante de las anfitrionas.
Fueron precisamente las experimentadas locales Martha Revuelta y Zaira Orellana, junto con las jovencitas Susana Torres y María José Quintero, las que tuvieron que enfrentarse a los binomios cubanos por el cupo olímpico. Primero Echevarría y Sánchez doblegaron a la principal pareja mexicana con idéntico marcador de 21-15; más tarde Leila y Maylén sellaban la victoria definitiva al rendir a sus adversarias con parciales de 21-16 y 21-7.
Fue el premio a la constancia de dos años de trabajo, un período visiblemente marcado por la pandemia de Covid-19 que demandó de las voleibolistas criollas, de sus entrenadores y el colectivo que las acompaña, mayor sacrificio.
El éxito en la lid regional, no por esperado menos disfrutado por todos los que seguimos el desenlace de la justa, se traduce, más que en el pasaje a la urbe nipona, en una dosis de esperanza para Cuba que, con este triunfo,volverá a imponer su presencia en el voleibol de playa femenino tras perderse las ediciones de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Objetivos y anhelos cumplidos, queda ahora una difícil decisión, la de elegir cuál de las dos parejas saldrá finalmente a las canchas del parque Shiokaze de Tokio, sede de las acciones del voleibol playero de la cita estival, pues ambas duplas han demostrado tener lo necesario para enfrentarse a tamaño compromiso.
Por fortuna, es este un agradable dolor de cabeza que padecerán unos pocos, aunque llegado el día señalado, será toda una Isla la que, como siempre, se levantará a ovacionar a sus atletas sea cual sea el resultado de los partidos.
