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La espera de Pilar

Los aniversarios de las ciudades despiertan obras constructivas y propósitos restauradores. Y los habitantes lo agradecen, siempre que esos proyectos culminen, y no queden en el propósito.

Lo digo con conocimiento de causa, porque ya esta sección reflejó semanas atrás la angustia de habitantes de las ciudades de Santiago de Cuba y Palma Soriano, que vieron sus esperanzas en programas de reparación de viviendas con motivo de las respectivas efemérides fundacionales, que se iniciaron en sus casas y quedaron truncos. Pero aún no han llegado respuestas al respecto.

Aun así, hoy reflejo la carta de Manuel Machado Ávila, vecino de Martí 311, entre Glicerio Blanco y Moncada, en la ciudad de Baracoa, provincia de Guantánamo.

Relata Manuel que con motivo de cumplirse el aniversario 490 de la fundación de la Ciudad Primada, en agosto de 2001 se hizo un programa para el arreglo de frentes y techos de viviendas del centro histórico de la ciudad, entre las cuales estaba incluida la casa de su mamá, Pilar Ávila Turro, sita en Martí 311.

Precisa el lector que a la vivienda de su mamá le planificaron arreglar el frente, el techo de la sala y un cuarto que da a la calle. Incluso se situó un cartel indicando que con motivo del aniversario 490, el inmueble iba a ser reparado. Y llevaron materiales de construcción.

Pero, agrega Manuel, cuando faltaban unos meses para el aniversario, llegaron y recogieron los materiales, sin dar explicación. Y nada más se hizo.

La mamá de Manuel recurrió al Gobierno municipal, donde se le indicó ir a Conservación de la Vivienda para que le entregaran los materiales necesarios. Y cuando se dirigió allí, le respondieron que no tenían materiales. Entonces fue a la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV), donde se le argumentó lo mismo: no tenían materiales.

Con motivo del 495 aniversario de Baracoa, que se celebra en agosto de 2006, en noviembre de 2005 pasó una comisión por las viviendas que se repararían, y les aseguraron a los propietarios que el trabajo llevaba placa de hormigón; pero dada la dificultad para hacerlo, los beneficiarios del programa podrían optar por madera y fibrocén, y hacerlo por cuenta propia. Así, sí se les entregarían los materiales.

Si esperó cinco años, cómo la paciente Pilar no iba a transar. Aceptó. Pero solo queda un mes para la celebración, y aún no le han entregado nada.

En los finales de mayo de 2006, Pilar conversó con el presidente del Consejo Popular, y este le orientó dirigirse a la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV), para lo cual tuvo que sacar turno de madrugada. Y ya cuando le tocó su turno, le informaron que no había materiales para resolver sus problemas. El 1ro. de junio pasado lo planteó en la asamblea de rendición de cuentas. Y nada.

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