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Ni lo uno ni lo otro

En un país con tantas necesidades de vivienda, Yuneisys Méndez Lara necesita contar al menos su penoso, desfavorable caso allá en Calle 12 sin número, entre A y B, reparto Primavera del municipio capitalino de Cotorro.

Desde 2013 ella vive en un inmueble —si se le puede llamar así—  con grandes filtraciones, tanto por la cubierta como por las ventanas. Cada vez que llueve, el agua circula como un río por toda la casa. Sus hijos, de 6 y 7 años, no pueden bajar de la cama.

No tiene alquitrabe. Al techo de fibro solo lo sostienen vigas y cabillas. Ella apenas puede conciliar el sueño con los vientos, cuando los hierros trinchan y el techo tiembla, pensando en lo que puede sucederles a sus niños. Con tanta humedad, los pequeños viven enfermos. El mayor es epiléptico y el menor, alérgico.

El 20 de marzo de 2018 fue al Gobierno municipal y se entrevistó con el vicepresidente para la Construcción, quien le orientó que se dirigiera a la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV). Y en la DMV, el director en funciones le dijo que como ella no contaba con un documento legal de esa
vivienda (ya verán por qué), no podía darle solución.

Escribió al Consejo de Estado el 20 de junio de 2018. Y allí enviaron su carta a la misma DMV del Cotorro. La visitaron dos funcionarios del Gobierno municipal, tomaron fotos del domicilio y comprobaron las pésimas condiciones. Le orientaron que fuera a la DMV, y en esta entidad pidió que la ayudaran, pero le plantearon que había muchos en su misma situación.

Ella reconoce su ilegalidad: Desesperada construyó entonces su endeble casa sobre terreno estatal, que no le pertenecía: «Por las condiciones en que estaba, embarazada a término, me vi obligada a hacerlo, sin tener presente que lo que fabricaba al paso de los años podía empeorar».

Y constantemente en estos años le han negado el derecho de poder legalizar su casa. En la DMV le plantean que donde vive  es una zona congelada. Y ella afirma: «¿Por qué a mí y no a las demás casas que están en la misma ubicación, y ya tienen  papeles legales? Fui multada, pagué, y cada vez que voy a tratar de hacer mis papeles me pelotean».

Tampoco puede acceder al programa de mejoramiento de la vivienda priorizado por la Revolución para madres con tres o más niños, por tener dos. Le dicen que debe tener un hijo más. Ni puede solicitar un subsidio por la ilegalidad en que vive. Y a la vez, no puede legalizar.

«En el barrio donde vivo, dice, soy la más afectada: Dos niños enfermizos. Siempre que entra un temporal se me enferman. Y en tiempos de agua nos evacúan. Ya ni sé donde poner los muebles y el televisor, a dónde mover la cama: Goteras son a chorros, y mis gestiones, infructuosas».

Con respuesta, no hubiera escrito

El pasado 8 de agosto, desde Santa Cruz del Sur, Camagüey, Belsi Abreu contó aquí que tiene una hija de 33 años con parálisis cerebral, retraso mental severo, epilepsia y debilidad visual. Por ello nunca más pudo trabajar, al cuidado de ella. Hoy Belsi tiene dos vértebras de la cervical comprimidas de tanta fuerza que ha hecho, y artrosis cervical. Cuando está en crisis no puede levantar los brazos.

Refería que en julio de 2020 rogó en Atención a la Población del Gobierno municipal que tramitaran su necesidad de adquirir una lavadora. Nunca tuvo respuesta. Y en 2021 volvió a solicitar ayuda, para pagar con facilidades el equipo, con la única entrada que tiene: la chequera de la Asistencia Social. Y volvió a reiterarlo el pasado 6 de agosto.

«Mi hija es como si fuera un bebé: Se orina y se defeca en la ropa, que tengo que lavarla primero con bastante jabón, luego pasarla por agua con cloro, y por último agua y jabón otra vez», concluía Belsi.

Y ahora vuelve Belsi para agradecer la publicación de su caso e informar que a partir de ello, la visitaron el Intendente, la directora de Asistencia Social y la funcionaria de Atención a la Población en el Gobierno municipal. «Yo les dije que si ellos me hubieran dado respuesta antes, yo no hubiera tenido que escribir a la prensa».

Ahora, esperemos que al fin se cumplan los deseos de Belsi con las nuevas medidas que permitirán adquirir ciertos bienes a plazos. Siempre habrá un buen cubano en su localidad que funja de fiador para ella.

 

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