Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El Duende

La tecla del duende

Si nunca

Si nunca te arriesgas a perder, nunca te darás la oportunidad de ganar. Si nunca afrontas la pena de partir, nunca conocerás la alegría del regreso. Si nunca sufres muriéndote en la siembra, nunca te gozarás renacido en la cosecha.

Si nunca te dueles bajo el peso de tu culpa, nunca saborearás el alivio del perdón. Si nunca mueles los granos de tu trigo, nunca conocerás el sabor del pan. Si nunca afrontas el miedo de dejar de ser como eres, nunca descubrirás la alegría de ser como puedes ser.

Si nunca estás dispuesto a dejar todo lo que tienes, nunca sentirás que lo tienes libremente. Si nunca estás dispuesto a morir por una causa, nunca sabrás para qué vives. Si nunca encaras tu pena, y dejas de reír para llorar, nunca conocerás la dicha del que deja de llorar para reír.

Si nunca te arriesgas a cruzar el río, nunca sabrás lo que te aguarda en la otra orilla (Enviado por Rafael Velasco Aguilera, teclero de Holguín).

Gauss

Un día como hoy llegó al mundo Carl Friedrich Gauss, ilustre matemático, físico y astrónomo alemán. Se cuenta la anécdota de que, a sus nueve años, durante la clase de aritmética, el maestro propuso el problema de sumar los números del 1 al 100, con la mera finalidad de mantener entretenidos a los chicos. Gauss halló la respuesta correcta en muy poco tiempo. Al terminar la hora se comprobaron las soluciones; la de Gauss era correcta, mientras que no lo eran muchas de las de sus compañeros.

Él, en vez de sumar directamente, había tomado los números por pares, el primero y el último, luego el segundo y el penúltimo, y así sucesivamente, se obtiene 100+1 = 99+2 = 98+3 = 101 …, es decir, lo que se le pedía era equivalente a multiplicar 101 x 50: el pequeño Gauss había descubierto la fórmula de la suma en la sucesión aritmética. Como dijera Don José de la Luz y Caballero, «piensa antes de obrar y para no obrar, piensa».

Grafitti

Yune: Si nunca quisiste hablar, si nunca quisiste salir de tu zona de confort, siempre estarás en mi dolor. El Oso.

Semilla

Las joyas no se pesan en una báscula de tienda. Carl Friedrich Gauss.

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