Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Futuros universitarios realizan preparación militar

Los jóvenes que estudiarán carreras universitarias sienten que el año de preparación y servicio militar no es impedimento y sí  una etapa útil

Autor:

Julieta García Ríos

La preparación física constituye un elemento fundamental para el joven soldado. En una cancha de balonmano los jóvenes improvisan un partido de fútbol. Llevan el torso desnudo, pantalones verdeolivo y botas de campaña. Muy cerca de ellos descansan sus camisas y gorras. Y aunque dejadas con prisa, por el ansia del juego, una aprecia que no habrá oportunidad para la confusión.

Desde hace unas semanas la Gran Unidad de Tanques Rescate de Sanguily acoge a estos camagüeyanos que están próximos a concluir la etapa de preparación básica del soldado. Transcurridas las cinco semanas, muchos podrán mostrar cierto tono muscular, ese que se acentuará durante los 14 meses de su Servicio Militar Activo. Una vez concluido este período iniciarán sus estudios universitarios. Algunos lo alternarán con sus responsabilidades como maestros, enfermeros, instructores de arte...

Las primeras campanadas del día, a las 5:45 a.m., anuncian que no hay tiempo para remolonear. Los muchachos prácticamente se «tiran de la cama» e inician la gimnasia matutina, ejercicio al que se llegan a adaptar y hasta agradecen. Así lo asegura el recluta Yamir Arévalo Muñoz, futuro Profesor General Integral: «La Gimnasia... nos ánima, marca el ritmo del día. Hasta he pensado en seguir haciéndola cuando concluya el Servicio».

A unos metros del área deportiva los jóvenes, además de practicar defensa personal, fortalecen su cuerpo en las barras fijas o paralelas, en el amplio Polígono de Infantería, espacio de 90 metros de largo por 40 de ancho, donde los recién llegados se familiarizarán con las voces de mando, pasos y marchas que acompañarán sus días en el Servicio Militar Activo.

El capitán Juan Manuel Mora, jefe de Preparación Física e Infantería, califica esta última materia de vital porque ella garantiza el orden reglamentario de la unidad, la disciplina y el hábito militar.

Cuenta que a los recién llegados les cuesta adaptarse a las voces de mando y que el mayor problema que presentan es la coordinación de las piernas y brazos, así como la orientación. Particular énfasis ponen en lograr la postura correcta, el equilibrio del cuerpo... Dificultades que con la práctica van quedando atrás, hasta alcanzar la cohesión y disciplina de las tropas.

RESPETO Y CLASES DE EXCELENCIA

Durante la clase de infantería militar la elegancia es una meta. «¡Lo que te espera es tremendo “látigo”! ¡Prepárate para pasar trabajo en el “verde”!», decían al recluta Yainiel Calderón Soto los muchachos del barrio. Y el joven imaginaba como un infierno los 14 meses que antecedían su entrada a la Licenciatura en Cultura Física y Deporte.

«Es cierto que esta es una etapa rigurosa que exige sacrificios, pero aquí hemos recibido un trato respetuoso y clases de calidad, de 45 minutos de duración», manifiesta.

«Imaginaba que todo el tiempo estaríamos bajo el sol y marchando. Pero me sorprendió ver que hasta aquí también han llegado las teleclases. Hace poco dimos una sobre el armamento enemigo y el impacto de sus bombas químicas, que me resultó muy interesante».

El mayor Héctor Andrés García Lastre, jefe del concentrado de la preparación básica a los nuevos soldados, expresa que para iniciar a los jóvenes en la vida militar se seleccionaron los oficiales y sargentos instructores con mejor dominio de las materias básicas, preparación y conocimientos pedagógicos y psicológicos.

Especifica que se manda con energía, rigor, fuerza, pero también con respeto y comprensión hacia ese joven que se adentra en un mundo desconocido: el militar.

Cuando Yunieski Valdés Ricardo llegó a la Gran Unidad de Tanques Rescate de Sanguily se sintió atraído por esa institución, que tanto le recordó la Escuela de Instructores de Arte Nicolás Guillén, donde apenas un mes atrás concluyera sus estudios.

La limpieza, el orden, y la disciplina reinante en la Unidad despertaron su simpatía, y ahora se siente feliz y, pese al rigor, está orgulloso de recibir la preparación necesaria para defender su Patria si la situación lo exigiese.

Los juegos de mesa y la proyección de películas suelen ocupar el tiempo de ocio. «Desde niño, además de la música, siempre me gustó la carrera militar», dice. En cuanto a su realización profesional comenta que al terminar la «previa», en su tiempo libre, montará algunas obras teatrales o números musicales para amenizar las actividades recreativas. Y confiesa que para atenuar la nostalgia por la lejanía del hogar, de la novia... a veces canta y según el ánimo evoca a Silvio, a Pablo...

El recluta Alaín Conde Almeida, trabajador social, ha participado en varias misiones, entre ellas el cambio de bombillos incandescentes por ahorradores y la entrega de equipos electrodomésticos. Aunque su labor exige sacrificio los comentarios prejuiciados que en la calle abundan sobre el Servicio Militar le hicieron pensar que él no podría pasarlo.

Ahora está convencido de que esta será una etapa importante que le posibilitará incorporar a su vida el orden, la disciplina, la planificación del tiempo...

DE PRIMEROS AUXILIOS Y ALGO MÁS

El recluta Kleider Zamora Camacho aún no ha comenzado sus estudios en Ciencias Médicas y ya sabe qué hacer en tiempos de catástrofes o guerras, cómo aplicar un torniquete, o asistir y controlar una hemorragia. También se ha relacionado con el fascinante mundo de las plantas medicinales.

Tales herramientas las ha adquirido en estas primeras semanas de la «previa».

Este muchacho, que se confiesa remolón, ha tenido que ponerse las pilas para estar a tono con el estricto cumplimiento del horario. Pero agradece la «inyección», porque sabe que los médicos deben actuar rápido.

Otra de las cosas que destaca es la insistencia de los militares en la buena presencia. «Exigen nuestro aseo personal, que tengamos las ropas y uñas limpias, el rostro rasurado, nuestras pertenencias en orden. Algo que sin duda se hará un hábito en nosotros».

La luz del día atraviesa los cristales del salón donde abundan las plantas de helecho, las mesas de juego de ajedrez, dominó, parchís, dama, tenis de mesa. A un extremo de la edificación se aprecia una exposición de artesanía y en el otro se agrupan algunos instrumentos musicales. Con solo abrir una de las puertas del local estamos dentro de la sala de televisión y video, una de las mayores atracciones en las noches de recreación.

Y para no desvincularse de las materias de ciencias básicas y humanidades del bachillerato, al concluir esta etapa de iniciación militar los muchachos, cada sábado, recibirán la docencia con profesores de alta calificación y experiencia. La propuesta se convirtió en acuerdo durante el VIII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas: asegurar, junto a la preparación combativa, la nivelación de los conocimientos de los jóvenes que continúan sus estudios al culminar el Servicio Militar.

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