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Las Tunas.- Especialistas de varias provincias participaron aquí en el Simposio Nacional y el Taller de Registro Cubano de infarto agudo del miocardio (IMA) Cardiotunas 2017, cuyas sesiones incursionaron en el estudio de ese mal, uno de los problemas de salud de mayor tasa de mortalidad y morbilidad en el país.
En el evento se analizaron y debatieron temas encaminados a mejorar el diagnóstico y el tratamiento del IMA con el propósito de mejorar la calidad de la asistencia de los pacientes aquejados. Se supo que al cerrar el 2016 la cifra de fallecidos por esa causa superó los 7 000 en el territorio nacional.
El Dr. Maikel Santos Medina, organizador del importante evento, declaró a JR que desde hace varios meses un grupo de cardiólogos cubanos colabora en un proyecto de investigación para el Registro de Infarto, cuyo objetivo fundamental es elaborar un sistema integral de recolección de datos homogenizado a nivel nacional.
«Queremos comenzar este proyecto en algunas unidades de cuidados intensivos coronarios en el país, y, según sus resultados, extender luego la experiencia a los demás centros, siempre con la ayuda del Grupo Nacional y la Sociedad Cubana de Cardiología. Eso propiciará un mejor conocimiento de la situación del IMA a partir de variables que incluyan tanto el manejo pre-hospitalario como el hospitalario, además del seguimiento para trazar estrategias que hagan disminuir la morbimortalidad de esta enfermedad».
En la apertura del evento, el Dr. Juan Prohías Martínez, director del Cardiocentro del Hospital Hermanos Ameijeiras, dictó una conferencia magistral sobre los adelantos más importantes de la especialidad y las nuevas concepciones en la prevención cardiovascular. El también jefe del Grupo Nacional de Cardiología se refirió a la importancia de la promoción de salud para lograr que los individuos vulnerables a padecer la afección comprendan la urgencia de cambiar actitudes que comprometen la existencia.
Las afecciones cardiovasculares figuran como la primera causa de muerte en Cuba desde hace más de cuatro décadas. Nuestra Medicina insiste en neutralizarla, pero la población debe colaborar en ese propósito con la adopción de estilos de vida más saludables.
