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Mientras algunos prohíben, muchos admiran

Si bien en Estados Unidos, tras anunciarse la activación del Título III de la Ley Helms-Burton,a algunos se les ha hecho la boca agua, empresarios extranjeros establecidos como inversionistas en Cuba se apegan más a esta tierra

Autor:

Marianela Martín González

«Prohibirnos algo es despertarnos el deseo». La sentencia, atribuida al filósofo francés Michel de Montaigne, parece desconocerla el actual inquilino de la Casa Blanca, quien recientemente activó el Título III de la Ley Helms-Burton, con el propósito de asfixiar económicamente el país y espantar de Cuba la inversión extranjera.

Sin embargo, no ha tenido el efecto deseado por Trump. Inversionistas de múltiples latitudes siguen apostando por Cuba en los últimos días; y a partir de la nueva ley de inversión extranjera de 2014, ha habido un crecimiento de la actividad en el país, según refiere Déborah Rivas Saavedra, directora general de Inversión Extranjera del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera(Mincex).

De acuerdo con la funcionaria, ese incremento no es suficiente, pero sí se han logrado nuevos contratos y han incursionado nuevas empresas en las diferentes áreas.

En el turismo, particularmente, —refirió— ha habido un crecimiento importante. Se ha diversificado el origen del capital para ese sector, al tiempo que se han establecido en la Isla empresas de países como Singapur, India, e incluso de Estados Unidos han venido a administrar hoteles.

El Título III de la Ley Helms-Burton supone la autorización a ciudadanos estadounidenses a presentar ante cortes de ese país demandas contra extranjeros, por un supuesto uso de las propiedades que fueron objeto de nacionalizaciones en Cuba, en 1960.

Con la activación de este engendro —desde el 2 de mayo último—, se han presentado demandas contra la Carnival Cruise Line, una compañía de cruceros estadounidenses, y también contra entidades cubanas.

Sin embargo, señala Rivas, el desenvolvimiento de estas empresas ha seguido su curso normal; y en el caso de la foránea ha dado muestras de confianza para seguir renovando sus contratos en Cuba.

«Los negocios que tenemos con los empresarios extranjeros se basan en el principio de ganar-ganar. Las inversiones extranjeras contribuyen a nuestro desarrollo económico, pero el desarrollo es mutuo. Les hemos dado confianza para seguir invirtiendo, incluso, creciendo.

La Directora General de Inversión Extranjera del Mincex, sostiene la existencia de mecanismos reflejados en la recién aprobada Constitución de la República que otorgan a los inversionistas extranjeros garantías para establecerse en Cuba con protección para sus inversiones.

«También contamos con la Ley 118 para la inversión extranjera, la cual garantiza que aquellos que sean demandados por leyes extraterritoriales, como la Helms-Burton, puedan ser protegidos por nuestros tribunales. La ley más importante para el amparo de los inversionistas es la Ley 80 De la Dignidad y la Soberanía, que se emitió en 1996», explica la funcionaria.

—¿Cómo los países se han protegido para no hacer efectivo el Título III de la Helms-Burton?

—Existen las leyes antídotos que han creado los países de los inversionistas, desde 1996, como son el Estatuto contra el bloqueo de la Unión Europea; la Ley contra Medidas Extraterritoriales Extranjeras (FEMA, por sus siglas en inglés), de Canadá; y la Ley de Protección al Comercio y la Inversión de Normas Extranjeras que contravengan el Derecho Internacional, aprobada por México.

«De hecho, la Unión Europea ha ratificado recientemente que protegerá a sus inversionistas, pese a la puesta en vigor del Título III de la Helms-Burton. Aseguró el bloque que mantendrá la posición de que esta ley es extraterritorial, y que, por tanto, no es aplicable para sus empresarios.

«El Estatuto contra el bloqueo de la Unión Europea permite que los empresarios en los tribunales de sus países puedan demandar a las compañías que los demanden a ellos, y al mismo tiempo recuperar parte de los gastos ocasionados por los perjuicios que puedan haber sufrido debido a las demandas.

«Asimismo, se han manifestado en contra del bloqueo países como China, las autoridades japonesas y la Canciller de Canadá. Recordemos, además, que el año pasado, en las Naciones Unidas, fueron 189 países los que apoyaron a Cuba en su lucha contra el bloqueo económico, comercial y financiero».

—¿Qué transformaciones se avistan en aras de hacer más dinámica la inversión extranjera en el país?

—Lo más importante que vamos a aplicar este año es la creación de una ventanilla única. Se trata de un sistema que va a favorecer, agilizar y simplificar todos los trámites que se hacen para invertir en Cuba.

Nicho de oportunidades

Mientras en Estados Unidos, tras anunciarse la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, a algunos se les ha hecho la boca agua, y ya se ven despojando lugares de beneficio público para acreditarlos a su favor, empresarios de todo el mundo, establecidos como inversionistas en la Isla, se anclan más a esta tierra.

Tal es el caso de Fernando Aparicio, presidente de la Industria Molinera S.A (IMSA), una empresa mexicana constituida en 1999 que procesa harina y sémola de trigo. Su presencia en Cuba data de 16 años. Y como el propio ingeniero industrial de 41 años ha descrito, «ha habido momentos buenos y otros no tanto, pero el balance ha sido positivo».

Según Aparicio, más de diez gerentes generales de otros países han sido traídos por su empresa para montar maquinaria y trabajar en inversiones. Todos se han sentido muy bien. Se labora con mucha tranquilidad.

—¿Cómo le ha ido con los especialistas y técnicos cubanos?

—El 60 por ciento de los colaboradores lleva ya entre 15 y 20 años con nosotros. Son muy capaces. La mayoría de ellos participó en la construcción de un molino que muele 720 toneladas diarias. Eso hace que la gente sea leal al proyecto y al crecimiento que en un futuro pensamos tener.

—Entonces, ¿habrá nuevos contratos con la Mayor de las Antillas?

—Claro. Estamos pensando aumentar la capacidad de este molino y podrán ejecutarse inversiones de nuevas fábricas y empresas.

«Cuba es un nicho de oportunidades. Sus instancias gubernamentales siempre nos han dado la mano para progresar juntos. Nos han guiado y apoyado para la ejecución libremente de nuestro trabajo.

«No exagero cuando invito a empresarios a formar empresas mixtas o enteramente con capital extranjero, en Mariel u otro lugar.

Nos quedamos en Cuba

Capear el temporal, pero sin irse de la Isla, porque aquí hay garantías suficientes para el progreso, es según Gonzalo Boluda Martín, gerente general de la empresa mixta Bravo S.A., no solo una respuesta inteligente, sino leal al país que le ha abierto las puertas para hacer negocios redituables durante más de 20 años.

El ejecutivo de esta entidad, dedicada a la fabricación en Cuba de una extensa gama de cárnicos, refiere que mantienen de manera sostenida producciones que son de alta demanda, sobre todo para el turismo, lo que significa que siempre tendrán mercados seguros.

«Renovamos los contratos en 2015, y a lo largo de estos años hemos estado satisfechos.

—Entonces, ¿seguirán aquí?

—Nos quedamos en Cuba porque el país tiene mucho futuro. Colaboraremos con las instituciones cubanas para solucionar los problemas que puedan darse de manera coyuntural, pues trabajar con los cubanos, como se sabe en todo el mundo, es una satisfacción profesional, por su preparación y capacidad resolutiva.

Sobre la Ley 80

Según describe Joaquín Bernal Rodríguez, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la Ley 80 De la Dignidad y la Soberanía Cubanas es una norma muy completa, actualizada y robusta.

—Esta Ley declara la nulidad y la inaplicabilidad  de la Ley Helms- Burton en nuestro país.

—Deja claro que la Isla está dispuesta a un proceso negociador, pero es clave tener en cuenta los daños humanos y económicos al pueblo de Cuba.

—Protege al inversionista extranjero. Con la Ley 118, que es la de Inversión extranjera, se ratifican los postulados de la 80; y ahora con la nueva Constitución de la República en el artículo 28, también se refrendan.

—En materia penal prevé que Cuba puede juzgar a personas en cualquier lugar del mundo que colaboren y difundan para que se aplique la Helms-Burton.

—A partir de esta Ley emanaron dos decretos leyes para juzgar a las personas en ausencia cuando atenten contra nuestro país.

—Coadyuva a que las personas reclamantes en Cuba por los perjuicios de la Ley Helms-Burton, no solo pueden hacerlo por daños materiales, sino también morales. En ambos casos deben ser compensados pecuniariamente. 

 

 

 

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