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¡Trabajemos por hacer de cada día un 26, de cada mes del calendario un julio, de cada compromiso un Moncada victorioso!

Ante la Generación histórica que estuvo presente en el acto, el Presidente cubano pronunció las palabras centrales, en la misma plaza donde el Comandante en Jefe, en igual fecha de 2006, presidió y clausuró por última vez una conmemoración del Día de la Rebeldía nacional

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Juventud Rebelde

Ante la Generación histórica que estuvo presente en el acto, el Presidente cubano pronunció las palabras centrales, en la misma plaza donde el Comandante en Jefe, en igual fecha de 2006, presidió y clausuró por última vez una conmemoración del Día de la Rebeldía nacional.

«Tengo claro que hoy hablo en nombre de los agradecidos, los que enfrentamos el desafío de empujar un país» expresó. Como dice el poema de Miguel Barnet, conscientes de la extraordinaria historia que heredamos y el compromiso de no fallarle a los héroes de la Patria ni al pueblo del que nacimos, agregó.

«A Raúl, a Ramiro y a todos los asaltantes que están con nosotros: Gracias por la confianza, por el ejemplo, por el legado».

«La historia, ¡qué peso tan descomunal tiene la historia en nuestras vidas¡ Es justo decirlo aquí, donde ella empezó a expresarse como nación hace casi 151 años.

«¿Quién que se sienta y se diga cubano puede pasar por La Demajagua, por Yara, por Manzanillo, por Jiguaní, por Dos Ríos, por La Plata, por Guisa, por ¡Bayamo¡, por sus calles y sus plazas, sin percibir que la historia nos juzga? ¿Quién puede cruzar el Cauto, subir las lomas de la Sierra Maestra, o mojarse los pies en la playa de Las Coloradas sin estremecerse de respeto y culto al heroísmo?

No es casual, por tanto, que en Granma esté el segundo cuartel asaltado aquella mañana de la Santa Ana, el Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo,.. que hoy, convertido en parque museo, lleva el honroso nombre de Ñico López, uno de los jefes de la acción en esta ciudad; gran amigo de Raúl, en cuyo despacho ocupa un lugar de honor la foto del muchacho de los grandes espejuelos negros.

«Esta provincia, honrada con el nombre de la nave que trajo a tierra cubana a 82 de sus hijos, es también cuna de nuestra nacionalidad, de nuestro himno, de la Revolución que comenzó Céspedes y del Ejército Rebelde que la trajo a nuestros días con Fidel al frente.

«Eran hermanos más que amigos, aquellos hombres y mujeres que pusieron por delante a la nación, que pensaron al país como una familia. De ellos venimos nosotros y es muy importante que nuestro homenaje, anual o cotidiano, no se quede encerrado en un acto, en unos versos o unas palabras de efemérides» afirmó.

«La Revolución, que necesita ahora que demos la gran batalla por la defensa y por la economía, que le rompamos al enemigo el plan para destrozarnos y asfixiarnos, precisa, al mismo tiempo, que fortalezcamos en nuestra gente la espiritualidad, el civismo, la decencia, la solidaridad, la disciplina social y el sentido del servicio público» asegurí el mandatario cubano.

De igual forma mencionó como cinco años, cinco meses y cinco días después de los asaltos a los cuarteles de Santiago de Cuba y Bayamo, negando el supuesto fracaso del 53, llegaría el triunfo del 59. El revés se había convertido en victoria. 

«La explicación del milagro de que un grupo de hombres terminara derrotando a uno de los ejércitos mejor armados del continente, sólo puede encontrarse en los valores humanos más sobresalientes de la Generación del Centenario: sentido de la justicia, lealtad a una causa, respeto por la palabra empeñada, confianza en la victoria, fe inconmovible en el pueblo y la unidad como principio» declaró.

Cuando convocamos a pensar como país estamos pensando en la fuerza física absoluta que hay en un haz de varas que solas se podrían quebrar con facilidad. Nos toca pensar como país porque nadie va a pensar por nosotros, aseguró.

Y el gigante con botas de siete leguas que va por el cielo engullendo mundos, hace tiempo dejó de ser una metáfora visionaria de Martí para transformarse en una cruel certeza de lo que nos espera, comentó.

(Lea aquí el discurso íntegro del Presidente cubano)

En ese sentido mencionó que si por ingenuidad o ignorancia, subestimamos o creemos que no es para nosotros, el plan de reapropiación de Nuestra América que ha emprendido el imperio con la bandera de la Doctrina Monroe en el mástil de su nave pirata.

Venezuela cercada, robada, asaltada literalmente con la aprobación o el silencio cómplice de otras naciones poderosas y lo que es peor, con la vergonzosa colaboración de gobiernos latinoamericanos.

«Con desprecio absoluto por lo que un día fue la más sagrada conquista de la comunidad de naciones del planeta: la legalidad internacional, la actual administración estadounidense vive amenazando a todos» afirmó.

¿Y cuál es el delito por el que se nos castiga? dijo. Nuestros padres tuvieron la osadía de acabar con el abuso y recuperar lo que se le había arrebatado a la nación una y otra vez a lo largo de siglos. 

Para confundir a la opinión pública y darle a esa confrontación una legalidad que no tiene, se fabricó la Helms-Burton, engendro jurídico donde se mezclan los afanes imperiales de dominio sobre nuestros destinos y el revanchismo de los nostálgicos del batistato.

«De aquella especie inmoral y antipatriótica que saqueó al país, provienen los reclamantes actuales de las posesiones que hace 60 años pasaron, por fin, a manos del pueblo.

Me permito advertirles que los descendientes de aquella caballería campesina y mambisa que tomó la Plaza en 1959 para saludar a la Revolución victoriosa,.. heredó la tierra y los machetes de sus antepasados y no dudarían en blandirlos bien afilados contra quienes intenten arrebatarles la tierra que esa Revolución les entregó» aseguró.

«Sólo una Revolución podía cambiar ese panorama, que cuatro años después del asalto se había agravado tanto que, en 1957, una organización religiosa como la que mencioné terminaba su encuesta con el reclamo de un cambio radical y definitivo en el país.

«Cambió Cuba, pero no cambiaron los afanes de poseerla del vecino poderoso, con la entusiasta colaboración de los halcones y los apátridas serviles del sur de la Florida.

«Voy a dar una cifra fresca para que juzgue el mundo: sólo en el último año, de marzo de 2018 hasta abril de 2019, el bloqueo nos provocó pérdidas por valor de 4 mil 343 millones de dólares.

«Tras seis décadas de acoso a la más simple transacción cubana, las pérdidas acumuladas ahora alcanzan 922 mil 630 millones de dólares, considerando la depreciación del papel verde frente al oro.

«El cerco se cierra cada vez más sobre nuestro país como en torno a Venezuela, Nicaragua y cualquier otra nación que se niegue a aceptar el plan imperial para su destino.

(Lea aquí el discurso íntegro del Presidente cubano)

Denunció que la administración de los Estados Unidos ha comenzado a actuar con mayor agresividad para impedir la llegada de combustible a Cuba. Con crueles acciones extraterritoriales de bloqueo, hoy se trata de impedir por todos los medios el arribo a puertos cubanos de los tanqueros, amenazando brutalmente a compañías navieras, a gobiernos de los países donde están registrados los buques y a las empresas de seguro. El plan genocida es afectar, aún más, la calidad de vida de la población, su progreso y hasta sus esperanzas, con el objetivo de herir a la familia cubana en su cotidianidad, en sus necesidades básicas, y acusar al Gobierno cubano de ineficacia. Buscan el estallido social.

«¡Qué poco nos conocen¡ ¿Cuándo acabarán de entender que la heroica familia cubana es capaz de enfrentar y resistir con dignidad los peores asedios y seguirse amando, aún en la distancia, porque nada ni nadie puede dividirla? Ignorantes de la historia y los principios de la política exterior de la Revolución cubana, nos proponen negociar una posible reconciliación a cambio de que abandonemos el curso escogido y defendido por nuestro pueblo.

Nos sugieren traicionar a los amigos, echar al cesto de la basura 60 años de dignidad. No, señores imperialistas, no nos entendemos. Cuba, que conoce las distancias éticas y políticas entre esta administración estadounidense y los más nobles ciudadanos de ese país, no ha renunciado a su declarada voluntad de construir una relación civilizada con Estados Unidos, pero tiene que basarse en el respeto mutuo a nuestras profundas diferencias» sentenció.

«Cualquier propuesta que se aparte del respeto entre iguales NO NOS INTERESA» aseguró.

Y en cuanto al pueblo norteamericano, agregó, están invitados permanentemente a Cuba. Nuestras puertas están abiertas. Vengan, vean y conozcan la realidad del país que les niegan visitar, en nombre de la libertad, derecho humano esencial que, según dicen, falta en Cuba y abunda allí.

Y al imperialismo, ni tantico así, frase del Che y enseñanza permanente de la Revolución, declaró.

Lo que hemos encontrado en nuestros recorridos por esta provincia y escuchamos en el discurso de su Primer Secretario, Federico Hernández, son resultados económicos y sociales importantes, reconoció.

El territorio mereció la sede por sus avances innegables. Pero –siempre hay peros–, las autoridades del territorio reconocen que, aún con récords productivos importantes, están lejos de sus potencialidades.

«No me cansaré de insistir en el deber de pensar como país, de espantar el egoísmo, la vanidad, la desidia, la chapucería, el no se puede. Dejemos de creer y afirmar que la culpa es del otro, sin mirar antes qué estamos haciendo, creando, aportando, cada uno de nosotros. 

«Pretender que de repente la mentalidad se transforme a la velocidad máxima que pueden alcanzar nuestros trenes, podría sonar a utopía si no creyéramos en el pueblo y en sus reservas de moral y sus aspiraciones a un crecimiento con belleza.

«Se aprecia un nivel de respuesta que entusiasma, pero no basta. Las circunstancias nos obligan hoy, como nos han obligado siempre, a imponerle un ritmo de avance superior a nuestras metas.

«A exigir, a controlar, a desterrar la rutina y a verificar, en los hechos, si la fórmula que empleamos ayer es efectiva o hay que renovarla.

«Debemos sancionar fuerte y oportunamente a los que no entiendan que hoy defender la Patria pasa por cuidar y proteger sus escasos bienes materiales».

Si el Gobierno se consagra a mejorar la vida de nuestros ciudadanos, Gobierno y ciudadanos deben impedir que se maltrate, ensucie, descuide, lo que tanto costó adquirir, expresó.

Se refirió a que nuevas medidas, propuestas por el pueblo, deberán aprobarse en las próximas semanas y meses.

«Vamos por más no es una consigna. Es la traducción al lenguaje de gobierno de la respuesta política al enemigo: Con quienes quieren robarnos la tierra, la casa, las escuelas, los hospitales, los círculos infantiles, las playas, los puertos y aeropuertos…NO NOS ENTENDEMOS».

¡Trabajemos todos por hacer de cada día del almanaque un 26, de cada mes del calendario un julio, de cada compromiso un Moncada victorioso, aseguró.

Lea aquí el discurso íntegro del Presidente cubano

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