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Oslien, el petrolero del Congreso

Casi al despedirse de su vida como militante de la UJC un cienfueguero llegará a su 11no. Congreso tras ser elegido delegado directo. Lo anima ser la voz de un sector de la juventud que tiene un importante rol en la economía cubana

Autor:

Laura Brunet Portela

CIENFUEGOS.— No fue de los militantes que aceptó ser el secretario del comité de base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de su centro de trabajo para «no marcarse». Tampoco porque nadie quisiera el cargo, pues de esos males no se padece en una industria tan importante para Cuba como la refinería de petróleo Camilo Cienfuegos.

Oslien Ramírez González fue propuesto, y aceptó, por compromiso con su historia familiar, por ser fiel a lo que le enseñaron sus padres y abuelos en Yaguaramas, pequeño poblado del municipio de Abreus, y lo hizo también por retribuirle a la Revolución lo que los de sus sangre ayudaron a forjar, la oportunidad de que un guajiro como él se graduara de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Cienfuegos.

Con el agasajo de los que cada día rompen el alba para trabajar a su lado, recibió la credencial y el reconocimiento que lo avalan como delegado directo al 11no. Congreso de la UJC. «Es un orgullo muy grande y un reto inmenso que depositen esa confianza en mí para representarlos en este importante encuentro de la juventud comunista».

De los jóvenes siempre han salido grandes proyectos, impregnados de la frescura y el ímpetu de esos años, opina, y es esa su expectativa respecto al magno evento: «Creo que será un escenario donde se podrá aportar alternativas al país para seguir creciendo, para que se parezca más a los nuevos tiempos».

Para Oslien, conocer las verdades de Cuba y explicarlas a la fuerza joven de su industria es vital, pues «pertenecemos al sector energético, uno de los más afectados por la política imperialista de Donald Trump. Dependemos de la entrada de barcos de crudo para trabajar, pero ni en la etapa más dura de la contingencia flaqueamos, ahora tampoco.

«Ante ello hemos implementado varias acciones orientadas a adaptar el proceso de producción a una amplia gama de crudos, los que puedan entrar al país. Es esa la realidad que tenemos que mostrar hoy cuando poseemos formas atractivas de comunicarlas, y creo que a veces no usamos mucho más, por ejemplo, las nuevas tecnologías para ello», dijo el también especialista de Mantenimiento industrial en la refinería.

Oslien no tiene dudas del encargo con que los muchachos de la refinería asumen tan importante rol en la economía cubana; tampoco de que este lugar se ha convertido en hogar de muchos de ellos, y como tal la cuidan: «Fuimos de los primeros en aparecer cuando el derrame de hidrocarburos hacia la bahía. Estuvimos recogiendo “flor de agua” y dando la mano en todo lo que fuera necesario, hasta que logramos vencer. En ese triste suceso participaron todos los jóvenes —militantes de la UJC o no—, que son mayoría», recuerda.

Entonces, le pregunto por el crecimiento de la organización y sin titubear reconoce: «Es un tema que no tenemos bien logrado. Hemos trabajado, sí, pero habrá que cambiar la forma, porque desde hace un tiempo solo crecemos con un joven al año. Este 2020 para empezar nos hemos propuesto tres. Aquí existen cuatro comités de base en los que militan alrededor de 180 jóvenes, pero tenemos un universo grande.

«Todos participan en cuanta actividad se convoca. Incluso los invitamos a las reuniones y vienen porque las reconocen como un espacio donde pueden canalizar sus dudas y preocupaciones. De una forma u otra se vinculan, pero necesitamos un diálogo más sistemático con ellos, utilizar sus códigos comunicativos, explicarles cómo son las cosas, orientarlos...», dice.

Desde la asamblea de balance 11no. Congreso de la UJC de su municipio, donde rompió el hielo sin muchos miramientos, Oslien tiene en sus manos las propuestas de tema de la «juventud petrolera» a esa cita, a la que asiste con 34 años, casi a punto de culminar su etapa de militancia juvenil.

«Los muchachos de aquí quieren saber más sobre las reformas salariales y cómo se van a manifestar en nuestro sector. Además, hay muchas inquietudes respecto a cómo enfrentar la campaña desestabilizadora que Estados Unidos dirige a los jóvenes cubanos.

«Soy de la idea de que la UJC no puede ser solo para reuniones y cotización. Hemos hallado la forma de cumplir con lo que nos toca donde nos sentimos más a gusto, y dar charlas en las escuelas, realizar encuentros deportivos, actividades culturales o acciones productivas son las acciones que más nos motivan».

 

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