Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una barrera de contención

Cada área de salud en el país tiene la indicación de tener activadas consultas diferenciadas para la atención de las infecciones respiratorias agudas, con el fin de evitar los contagios. Así lo constató Juventud Rebelde en su visita al policlínico 19 de Abril, de Plaza de la Revolución, en la capital

Autor:

Liudmila Peña Herrera

A simple vista, todo está en calma. En los alrededores del área de salud del policlínico 19 de Abril, ubicado en la avenida Tulipán, del capitalino municipio de Plaza de la Revolución, apenas dos o tres personas caminan usando un nasobuco; el resto desarrolla sus actividades cotidianas normalmente, sin indicios de sobresalto que impidan salir a trabajar, a hacer las compras, a realizar gestiones… Es el viernes 13 de marzo, un día después de que se informara sobre el primer caso de un ciudadano cubano contagiado por la COVID-19 (ya se conocían los casos de los tres italianos).

Las medidas adoptadas en este policlínico son comunes en cualquiera de estas instituciones en el país. Foto: Abel Rojas Barallobre

Los pacientes entran y salen por la entrada principal, se dirigen a las consultas, esperan tranquilamente hasta ser atendidos. No tienen síntomas respiratorios evidentes. Para quienes sí los presentan, hay otra área diferenciada con el personal médico que les brinda la asistencia necesaria. Así lo conocemos cuando preguntamos en Información y más tarde lo confirma la especialista en Medicina General Integral Mayra García Carmenate, directora del policlínico, quien asegura que, desde febrero, están activadas las consultas diferenciadas previendo algún caso de COVID-19 en su área de salud, con 25 304 habitantes y 25 consultorios del médico y enfermera de la familia.

La especialista en Medicina General Integral Mayra García Carmenate, directora del policlínico. Foto: Abel Rojas Barallobre

Ante la petición de este equipo de prensa, la doctora García Carmenate nos acompaña hasta la consulta dedicada a estas infecciones y brinda información sobre las medidas adoptadas en el policlínico que dirige, que son comunes en cualquiera de estas instituciones en el país.

Entre ellas, destaca la reubicación de las consultas en los servicios de urgencia en la atención primaria de salud «para que no haya un entrecruzamiento entre los pacientes con infecciones respiratorias agudas y el resto de quienes vienen por otras causas. Por eso se crearon las consultas diferenciadas, donde hay un médico que domina todos los protocolos para el seguimiento de esos pacientes.

«De llegar algún sospechoso de coronavirus, porque ha sido detectado durante la vigilancia activa que tienen los consultorios del médico y la enfermera de la familia, o es un cubano o un turista que proviene de uno de los países con transmisión, se revisan y se aíslan, si tienen síntomas respiratorios, en las áreas de aislamiento temporal de los policlínicos. Allí permanecerán hasta que, a través del SIUM, sean trasladados a los centros de aislamiento».

—Si llegara un caso con síntomas que pudieran significar el padecimiento de COVID-19, ¿cómo tienen previsto que se proceda?

—Existe un flujograma del paso de cada uno de los pacientes, según sea el caso. Si está en la consulta de infecciones respiratorias agudas y en ese lugar es donde se detecta, existe una entrada diferenciada para el centro de aislamiento, el cual cuenta con una salida independiente, por donde el paciente pasa a la ambulancia sin que tenga que regresar al lugar por donde entró y, por tanto, no tendría contacto con ningún otro paciente que llegara a nuestro servicio. No hay riesgo de contagio entre pacientes, porque tenemos un plan de medidas implementado para evitarlo.

—¿Cómo se procederá luego de la salida del caso sospechoso para proteger a otras personas y al propio personal médico?

—Después de que ese paciente sospechoso salga de la consulta, se procederá a la desinfección del local donde estuvo aislado, aun cuando no se haya confirmado que tiene COVID-19, porque no se puede esperar una confirmación para tomar las medidas de protección.

—¿Cuál es la preparación del personal médico que hoy atiende esta consulta?

—Son médicos especialistas en Medicina General Integral que están en el servicio de urgencia durante todo el día, al igual que el personal de enfermería designado para la atención a esos pacientes. A todos se les ha capacitado como parte de la estrategia de prevención y control de la COVID-19. El servicio es de 24 horas.

—Si hubiera que practicar algún proceder con alguno de los pacientes que llegara hasta esta consulta, ¿se cuenta con el material y el equipamiento necesarios?

—Están creadas todas las condiciones porque normalmente los servicios de urgencia, aun sin que hubiese COVID-19, están acondicionados para atender, por ejemplo, una parada cardiorespiratoria; igualmente, están tomadas todas las medidas en los cuerpos de guardia para afrontar cualquier situación que se pueda presentar.

—¿Cómo se protege al personal médico ante un supuesto caso de COVID-19?

—Cuando el médico o la doctora y la enfermera están en la consulta, usan siempre el nasobuco, que constituye la primera línea de protección. Además, al paciente que llega con síntomas respiratorios se le pone también el nasobuco para evitar que cuando tosa o hable pueda contagiar a nuestro personal.

«El personal médico que atenderá al paciente aislado —no hemos tenido aún—, usará la bata protectora, los guantes, un nasobuco diferente y hasta las gafas protectoras. Me refiero específicamente al área de aislamiento, donde estarán las personas sospechosas de padecer la enfermedad».

—¿Han asistido a consulta más pacientes de los que se atienden comúnmente por infecciones respiratorias agudas?

—El comportamiento ha sido similar a lo que vemos normalmente. En esta área de salud no ha habido un aumento de las mismas. Sí hemos atendido a los pacientes que han llegado de países con transmisión. Todos los que han comenzado con síntomas respiratorios han sido aislados y trasladados al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí. Todos han dado negativo.

—¿Qué mensaje le enviaría a la población?

—La atención primaria de salud es la base del Sistema Nacional de Salud Pública, y cada nivel de atención tiene funciones en la prevención y el control de la COVID-19. A la población se le ha informado todo lo que ha ido ocurriendo en el país y se le ha dado, a través de las audiencias sanitarias, la información sobre cómo protegerse y la importancia de acudir a nuestras instituciones cuando tengan síntomas respiratorios.

«La atención empieza desde los consultorios, y no solo en estas consultas diferenciadas de los servicios de urgencias de los policlínicos. Es preciso recalcar que la población tiene que estar informada por los medios oficiales del país, mantener la higiene y, sobre todo, el lavado de las manos. Y reitero: cuando aparezca algún síntoma, deben acudir de inmediato a un servicio médico».

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