Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La Isla le gana a la COVID-19

Esta victoria en Isla de la Juventud constituye una motivación para mantener la vigilancia epidemiológica activa

Autor:

Roberto Díaz Martorell

NUEVA GERONA, Isla de la Juventud. — El juego estaba a punto de mate, ya los dos eventos de la COVID-19 en el territorio se habían cerrado y faltaba un out, que digo un out, un strike para la victoria, pero dos corredores en segunda y tercera amenazaban con cambiar el marcador a favor del coronavirus, digo del contrario.

La tensión se sentía en el aire. Las gradas, digo la población, animaba a los locales; los jugadores, concentrados ahora en la última jugada, cerraron el infield para evitar que el corredor de tercera anotara. Con esa carrera la pandemia ganaría la partida y había que evitarlo.

Desde la lomita, el pitcher se ponían de acuerdo con el receptor: bateaba el cuarto madero y era un peligroso slugger. Ante un lanzamiento en curva, conecta un fly amenazante entre la pradera central y la izquierda. Parecía que picaba: hacía dos días se esperaba el resultado de dos casos sospechosos, y cuando todo parecía perdido el IPK confirmó negativo. Entonces, en un esfuerzo extraordinario el jardinero logró capturar la pelota. Fin de la historia: La Isla le ganaba a la COVID-19 en un gran encuentro.

El júbilo inundó el estadio, digo el territorio. El rival nunca fue menos, pero en los últimos 26 partidos, digo días, el equipo pinero llevaba ventaja sin confirmar casos.

Este era el último juego de la temporada; el que daba el pase a otra etapa, la de mantener el control de focos y las pesquisas activas. Recordemos que pueden aparecer pacientes asintomáticos y existen todavía personas en vigilancia por Infección Respiratoria Aguda, por lo que se continúa el entrenamiento intensivo con vista a ganar campeonato.

Aun cuando en este Municipio Especial se registran 39 altas epidemiológicas, de 42 casos positivos (uno lamentablemente fallecido), los managers, digo, el Consejo de Defensa Municipal y las autoridades de salud, insistieron en mantener las medidas adoptadas, como el uso del nasobuco, el distanciamiento físico, aislamiento social, la desinfección en los puntos de acceso… El peligro no acaba con esta victoria, los partidos que quedan son ahora los más peligrosos, porque no se conoce la nómina de los contrarios: puede ser cualquiera, ese mismo que está a su lado, y cuidarse no es una opción, es una obligación.

Ganarle la partida a la COVID-19 es una cuestión de principios. Tanto en la salud, como en el beisbol, los cubanos tenemos experiencia suficiente para coronarnos campeones de esta liga, la más dura que hemos jugado en años. Solo de nosotros dependerá el éxito.

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