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Aunque las lluvias quedaron por debajo del pronóstico, varias zonas de la provincia quedaron inundadas Autor: Luis Raúl Vázquez Muñoz Publicado: 08/11/2020 | 07:17 pm
CIEGO DE ÁVILA.— El pronóstico de un diluvio empujado por las lluvias de la depresión tropical Eta no se cumplió del todo en Ciego de Ávila. Sin embargo, en algunas localidades las personas pensaron que en la madrugada de este domingo el mundo estaba llegando a su fin.
Sin lugar a dudas, el sentimiento de catástrofe se adueñó del municipio de Majagua, el más afectado con 14 derrumbes totales de viviendas según los estimados preliminares de daños presentados en el Consejo de Defensa Provincial, que arrojan por el momento 130 afectaciones en toda la provincia entre desplomes parciales, techos dañados y dos edificios perjudicados por la tormenta.
Como promedio, sobre la provincia cayeron 94, 4 milímetros de precipitaciones, y cinco municipios informaron volúmenes por encima de los 100: Venezuela (177,7), Majagua (147,7), Florencia (136,6), Baraguá (18,8) y Ciego de Ávila (118,5).
La realidad quedó por debajo de los 200 milímetros esperados; pero la predicción se cumplió con las inundaciones, y más con suelos al 90 por ciento de la capacidad del manto freático.
Majagua, de entrada, tuvo una noche negra en la zona de Campo Hatuey, cuando las crecidas (ríos sin control de por medio) cerraron el tráfico sobre la Carretera Central en el Kilómetro 435 y el agua les llegó a algunos a la altura del pecho.
Un poco más al este, en el kilómetro 450, en las inmediaciones del poblado de Jicotea, la circulación también debió detenerse por los golpes de agua. No en balde la presa Margarita, ubicada en las cercanías del pueblo, alivia actualmente a razón de 106 metros por segundo.
La capital provincial, por su parte, amaneció en vilo al comprobarse que La Turbina, el lago artificial que bordea el centro de la ciudad, subía lentamente los niveles a razón de un metro cada media hora.
El lago La Turbina amenazó con desbordarse e inundar el centro de la ciudad de Ciego de Ávila. Foto: Luis Raúl Vázquez Muñoz
Ese ritmo obligó a parquear varios ómnibus para proceder a la inmediata evacuación de los vecinos; pero el cielo despejado a partir de media mañana dio tiempo para que la presión de las aguas se aliviara y a partir del mediodía (no sin un fuerte suspiro) las autoridades de la Defensa Civil comprobaron el retroceso de los niveles.
Otras zonas, sin embargo, deberán esperar más horas para el escurrimiento; pues en varias regiones de la provincia se informó de inundaciones, como en la zona sur de la ciudad de Ciego de Ávila y la carretera a Venezuela, cubierta por completo en varios de sus tramos. Bajo observación se mantienen áreas de Chambas ante el vertimiento del Complejo Liberación de Florencia.
Los vientos, cuyas rachas marcaron los 70 kilómetros por hora, dañaron el servicio eléctrico para 130 000 viviendas. La provincia, por lo tanto, amaneció el domingo con ocho municipios sin electricidad; pero en estos momentos solo Florencia, Majagua, Baraguá y Florencia están sin corriente. Su restauración dependerá de la revisión de las líneas y la solución de las averías, algunas en zonas bajo agua.
La agricultura no tuvo daños significativos. Solo se resintieron 800 hectáreas de plátano en zonas de la Empresa Agropecuaria La Cuba, que conminan a la cosecha de 3 00 toneladas de plátano, el cual se destinará a la población.
El balance final es que las aguas dejan a Ciego de Ávila con una buena reserva para el período de seca y sus planes agrícolas. Eta, por lo tanto, dejó más sustos que daños; sobre todo cuando se recuerda la larga noche del huracán Irma con sus vientos de pesadilla, algo que se dibujó en la mente de no pocas personas cuando vieron el parte del tiempo en el televisor.
